Tras pasar por el Pleno de la Corporación Municipal, donde contó con el apoyo por unanimidad de todos los ediles, el Ayuntamiento de Loja ha aprobado la exención en el primer año de actividad del canon y las cuotas mensuales que los nuevos emprendedores debían de pagar al usar uno de los puestos del Mercado de Abastos. Con ello el Equipo de Gobierno pretende incentivar la actividad de esta zona comercial que cuenta con tan sólo ocho comercios en activo, de los más de 15 espacios con los que dispone.
La concejala de Desarrollo, Turismo, Comercio e Industria, Paloma Gallego, llegó a afirmar que dicha decisión se plantea ante la idea de que pagar un canon de 1.500 euros “no era precisamente bajo” y que con ello se vuelve a incidir en la recuperación de este histórico mercado. “Son medidas que van a ayudar a que este mercado pueda crecer y le demos el valor que se merece, tanto él como el centro histórico”, afirmó Gallego añadiendo que “hay que atajar el problema desde lo más básico”. Para la concejala el mercado puede ser “el motor del centro histórico”.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, reiteró la apuesta del gobierno local por hacer del Centro Comercial Abierto de Loja un referente de la comarca. Para ello recordó cómo se ha trabajado en los últimos cuatro años en diferentes líneas de apoyo a los comerciantes, tales como la bajada de tasas de ordenanzas de ocupación de la vía pública en un 50% y la bonificación del 50 y 30 % para la restauración o reforma de los comercios del centro histórico y de la ciudad en general, respectivamente. También destacó las gestiones realizadas en la búsqueda de terreno industrial y la posibilidad de implantar grandes empresas en la ciudad.
Camacho informó de una reunión mantenida con los miembros de la Asociación de Comerciantes del Casco Histórico de Loja, en la que, al parecer, estos le han mostrado su preocupación por la situación comercial de la zona. El primer edil ha reiterado que se trabaja en solucionar una problemática “que tiene un origen social, urbanístico e histórico del desarrollo de nuestra ciudad”. En ese sentido afirmó que se llevan a cabo gestiones desde las Áreas de Cultura y Urbanismo con la idea de facilitar las rehabilitaciones de viviendas y las actuaciones en calles que necesitan el visto bueno de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. El regidor habló de diferentes casos, como la idea de poner una cafetería en la Plaza Arriba, que no se pueden llevar a cabo por “los trámites burocráticos” que demoran dichas inversiones.
Dentro de las competencias municipales, el primer edil lojeño reseñó cómo se trabaja para contar con una mejora del Plan de Protección del Casco Histórico y que, mientras tanto, se bonifica hasta el 95% del impuesto de construcciones para la mejora de las fachadas de las viviendas de la zona y con una bajada del 90% en las mejoras de sus interiores. “Debemos de mejorar la habitabilidad de nuestro centro”, reiteró Joaquín Camacho, añadiendo que “en tiempos de bonanza por diferentes motivos no se consiguió la rehabilitación del mismo”.