Loja vivió este viernes la segunda edición de su ‘Noche en Blanco’. Sesenta establecimientos se han sumado este año a la convocatoria para conseguir una programación atractiva, variada, dinámica y jovial. Durante varias horas, en las que habitualmente los comercios ya están cerrados, centenares de lojeños pudieron alternar las compras, a precios más rebajados de lo habitual, con las numerosas actuaciones que se fueron desarrollando durante toda la noche.
No en vano, sobre ocho escenarios distribuidos por la zona comprendida entre la avenida de los Ángeles y Rafael Pérez del Álamo, desfilaron, y para facilitar el disfrute de las personas que se fueron incorporando al recorrido, actuaciones teatrales, danza, magia, circo, gastronomía y, sobre todo, mucha música, con géneros tan variados como el pop, el jazz, el flamenco o el folk.
El amplio programa incluyó exhibición de gimnasia rítmica con el Club Medina Lauxa, malabarismo y música con Circofonic, taller de pintacaras, fotomatón para que los ciudadanos inmortalizaran su asistencia, ‘Mariquilla Muñoz’ que llegó tras recorrer España con teatro de calle y circo, y danza contemporánea, entre las distintas variantes.
Por lo que respecta a la música, cuyo cartel ha sido el más amplio, se ha contado con la Charanga de Ventorros de San José, que animó durante toda la noche; flamenco, con dos grupos lojeños de baile, el cantaor Nico de Salar, y el grupo de Carlos Zárate gracias a la colaboración de la Peña Flamenca Alcazaba, de la que es guitarrista oficial.
En otros estilos se agruparon The River City 6 Band, con jazz y blues; el músico madrileño Daniel Sánchez; el grupo de música hip hop The Stranger; la también formación de jazz Shipping Duo; el cantante Dani Moré; y la banda La Jaula, con versiones de rock de los años 80 y 90.
Los establecimientos participantes mantuvieron sus puertas abiertas y la actividad comercial hasta las 12 de la noche, mientras se fueron desarrollando las diferentes actuaciones, y a partir de esa hora se trasladó la fiesta al Parque de los Ángeles, donde el grupo La Jaula se encargó de animar a los asistentes hasta las dos de la madrugada.
Hasta llegar a este momento ha sido necesaria una frenética carrera para conseguir aunar intereses comerciales y socioculturales, con unas semanas de auténtica vorágine para tenerlo todo a punto y preparar un cartel que ha logrado ser del gusto, no sólo de los lojeños, sino también de otros municipios de la comarca. Los comerciantes, por su parte, han aportado 100 euros cada uno para sufragar la mayor parte de los gastos, sin embargo, también se ha contado con el apoyo económico y logístico del Ayuntamiento, tanto con inversión dineraria como la disposición de todos los elementos urbanos necesarios para su desarrollo, o la Diputación Provincial de Granada.
