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viernes, 22 de noviembre de 2024

Largo e intenso Miércoles Santo en Loja con Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas

La Real Cofradía recorre los distintos barrios del municipio durante casi doce horas en la procesión más larga de la Semana Santa lojeña

Presentación Del Concurso De Cómic E Ilustración

El Miércoles Santo se vive en Loja con intensidad, la que suponen las casi doce horas que dura el espectacular desfile procesional de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas. Se trata de la procesión más larga de la Semana Santa lojeña, pues se visitan los distintos barrios de la ciudad para encontrarse con la Virgen de los Dolores, la de las Angustias y La Esperanza.

Aunque en esta ocasión no había novedades destacadas -hay que recordar que el pasado año se estrenó en el Miércoles Santo la imagen de Simón de Cirene, que se incorporó al trono junto a Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas-, la expectación y el interés por volver a ver en las calles de Loja este conjunto, fue máxima, ya desde su salida a las puertas de la Iglesia de la Encarnación. La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas reproduce el momento en el que Jesús es cargado con una cruz sobre su hombro y emprende su camino hacia el Gólgota.

Con puntualidad las pesadas puertas de la portada principal de la Iglesia de la Encarnación se abrieron para permitir la salida de la talla. Comenzaba entonces el esfuerzo de los 40 valientes horquilleros que portan a su Titular en su duro y largo caminar. En cuanto al acompañamiento musical, éste corría a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Flor entre Espinas’ y la Concordia de Tambores de la Real Cofradía.

A pocos metros de su salida, en la plaza de la Constitución, la imagen recibía el primer ‘golpe’ de incensarios ante la atenta mirada de cientos de lojeños que se concentraban en el lugar. Tras el paso por Tribuna oficial, el desfile dejó atrás el casco histórico lojeño para dirigir sus pasos hacia su primer destino destacado, en el barrio San Francisco. Sin duda, espectacular es la subida a la ermita del Calvario por un camino de piedras casi intransitable donde una hilera de antorchas alumbraba el camino de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y la figura de Simón de Cirene que le acompaña y le ayuda a portar la pesada cruz. La imagen desde la ermita es realmente significativa, pues desde ella se pudieron apreciar todos los lugares que le quedaría por andar a este bello nazareno a lo largo de la larga e intensa madrugada que le quedaba por delante.

Precisamente, hay que destacar el gran proyecto que tiene en mente la Junta de Gobierno de esta Real Cofradía: la restauración de la Ermita del Calvario. Para ello, ya que se ha puesto en contacto con el Arzobispado de Granada -dueño del edificio-, que ha visto con buenos ojos la propuesta. Aunque no ha hablado de aportar dinero, sí está facilitando los trámites burocráticos con la Junta. Mientras tanto y, a la espera de que la administración autonómica se pronuncie, se ha dado un primer paso para la conservación del monumento, para lo que varios voluntarios de la cofradía se han afanado en la limpieza de los escombros y suciedad que acumulaba la ermita con el paso de los años.

Pero, retomando el desfile procesional del Miércoles Santo, tras la complicada bajada que supone el descenso desde la Ermita del Calvario, la estación de penitencia llevó a la Real Cofradía a visitar tres templos situados en sendos puntos cardinales de Loja. En ellos se produjeron los tradicionales ‘encuentros’, con la Virgen de los Dolores en el barrio de San Francisco, seguido con una extraordinaria expectación, como cada Miércoles Santo; con la Virgen de las Angustias en el Mesón de Arroyo, y con la Esperanza en la ermita de San Roque.

Tras casi doce horas en la calle, la imagen se encerraba en su sede canónica alrededor de las seis de la madrugada, dejando tras de sí un Miércoles Santo espectacular en todos los aspectos, incluido el meteorológico.

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