El Rosco de Loja vive una época dorada, a su ya larga y reconocida trayectoria como excelente producto de la repostería lojeña, de un tiempo para acá se ha convertido en uno de los mejores embajadores de la ciudad, presente en las mejores ferias de turismo y gastronomía, ocupando el lugar que se merece dentro del panorama nacional.
2017 fue un año excelente para el reconocimiento general de este apetitoso rosco, al ser considerado por Canal Sur Televisión el mejor dulce típico de Andalucía, un reto conseguido por la empresa Repostería Lojeña, con su gerente Víctor Sola a la cabeza. Obrador que, a su vez, forma parte de la brillante escudería gastronómica que representa a la provincia como Sabor Granada.
Igualmente, el pasado fue un año trascendental para que el Rosco de Loja adquiera su propio certificado de autenticidad, un empeño puesto en marcha gracias a la unión de los distintos fabricantes de este suculento bocado y el Ayuntamiento de Loja.
Pues bien, ahora, el pastel lojeño por antonomasia va a contar con un nuevo espacio de culto y disfrute, en estos días nace Casasola, el último y más ambicioso proyecto emprendido por Repostería Lojeña desde que naciera hace más de 75 años.
En la avenida Pérez del Álamo se ultiman los detalles para tener a punto las instalaciones de lo que puede considerarse un “templo” en honor al Rosco de Loja, desde el que su gestor, Víctor Sola, con un cualificado equipo de profesionales oficiarán de anfitriones y de impulsores de una nueva cultura en torno al delicado representante de la repostería local.
Según ha informado Sola “el objetivo es ambicioso, pues combina la cultura del Rosco, los valores de belleza, el sabor, la experiencia y la constante búsqueda de la perfección, como elementos distintivos de nuestra empresa”.
AUTENTICIDAD
Unos parámetros que hunden sus raíces en varias generaciones de su familia dedicadas a la tradición repostera y que hacen posible este inédito lugar denominado Casasola. Lo que, según el gerente, permiten establecer una nueva estrategia comercial, “que consiste en crear tiendas con un estilo diferente, donde vender directamente nuestros productos (recuérdese su amplia carta de especialidades, todas ellas de elaboración artesanal) y en las que claramente se respiran tres conceptos vitales para nosotros: familia, Loja y Rosco”, especifica Víctor Sola ilusionado.
Y es así como al entrar en Casasola se quedan atrás viejos conceptos estéticos y organizativos, para adentrarse en un ámbito donde sorprenden tanto los espacios como los materiales empleados para su diseño. La madera juega con las alturas en un coqueteo amable, confortable y sugerente. La luz tamizada invita al deleite sensorial, la disposición de mobiliario y expositores hacen lo propio con la comodidad y el relax, y en conjunto se vive una experiencia inexistente en otros establecimientos del ramo. Los equipos e instalaciones técnicas, de última generación, no desentonan en un escenario en el que predomina el cuidado de las formas y su relación con los amigos y clientes que visiten el local.
Cinco son los espacios que componen este nuevo concepto de negocio, uno dedicado a la panadería, con panes especiales y de elaboración tradicional, exposición y venta de pastelería con zona de tartas y pastelillos, área de degustación, espacio gourmet con productos típicos de la zona y de Granada (muchos de ellos con la etiqueta Sabor Granada) y, como dice Sola, “lo más importante, un espacio temático del Rosco de Loja, como auténtico protagonista del establecimiento”.
Pero todo ello, evidentemente, hay que conocerlo in situ para valorarlo en su justa medida, dejándose sorprender por el conjunto y disfrutando en sus detalles.
Según asegura el alma mater de este proyecto, se ofrecen “a los lojeños y “estaremos encantados en ser unos buenos embajadores de nuestro municipio, para llevarlo cuanto más lejos y mejor sea posible, rescatando lo bueno de la tradición y potenciando los valores de la innovación y el desarrollo”.
Para hacer todo esto posible, Víctor Sola no ha escatimado en emplear las mejores maderas, equipamientos, mobiliario, instalaciones técnicas y elementos de decoración, algunos de ellos adquiridos en los más prestigiosos fabricantes europeos. La decoración ha corrido a cargo del estudio Synthesis y la imagen corporativa al de Ramón Soler.
El resultado estará a la vista en fechas muy próximas, afrontando estos últimos días, tal como afirma él mismo, “con mucha ilusión y expectación pero también con mucha responsabilidad”, concluye.
