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domingo, 22 de diciembre de 2024

El Ayuntamiento adquiere el edificio del Banco Hispano para demolerlo y dejar exenta la torre de la Iglesia Mayor

Se revisan las NNSS para favorecer las obras de reparación, reforma y construcción en el centro histórico

El Pleno de la Corporación Municipal ha aprobado por mayoría la adquisición del edificio que albergara al Banco Hispano, y más recientemente la oficina de Recaudación Provincial, en la plaza de la Constitución para demolerlo y avanzar en la creación de una gran plaza y dejar totalmente a la vista la iglesia Mayor de la Encarnación.

Sin duda, esta aprobación fue uno de los principales asuntos de la última sesión plenaria, puesto que, según parece, con esta actuación urbanística sería la primera vez en la historia en que el imponente edificio eclesiástico quedara totalmente a la vista desde la, también conocida como, plaza de Arriba.

El solar que ocupa dicha edificación es de grandes proporciones y su compra está fijada para antes de final de año, destinándose a esa inversión una partida de alrededor de 400.000 euros que se quedaban sin destino, al no poder llevar a cabo el equipo de Gobierno el proyecto de transformación  del adoquinado de las calles céntricas de la ciudad.

Así lo expresó el alcalde, Joaquín Camacho, en la intervención correspondiente a una modificación de crédito por cambio de finalidad.

El primer edil afirmó que “la bondad económica de las arcas municipales, dentro de lo que la ley nos permite, la estamos revirtiendo a la población, mediante la ejecución de obras municipales en los diferentes lugares del municipio. Existe una partida de cerca de 400.000 euros, que iba a destinarse a reformar la pavimentación de las calles céntricas, que al no haber sido autorizado por la Junta, ha de destinarse a otra inversión que pueda ejecutarse antes de final de año, o en caso contrario se perdería esa posibilidad de dedicar esa cantidad”, aseguró Camacho. Y añadió que esa cuantía se dedicaría, como se informaba anteriormente, “para comprar el edificio que tapa la torre de la iglesia Mayor, realizar un proyecto de demolición que se ejecutará cuanto antes, dejar exenta la iglesia y ampliar la plaza hasta  el tambor del templo”. 

Según aseguró el regidor, esa sería la primera fase, para después conseguir también la adquisición de otra pequeña edificación, ocupada anteriormente por la Sastrería Flores, y culminar la desaparición de edificios anexos al Bien de Interés Cultural que es el templo parroquial.  

Un ambicioso proyecto que no se queda ahí, a decir de Joaquín Camacho, pues en su interés por revitalizar el casco histórico de Loja, en estos momentos se está licitando el proyecto de reurbanización de la calle Real, para darle uso y valor a solares abandonados en esa vía. “Y eso es posible gracias al informe elaborado por el arquitecto municipal, sobre el precio justo para la adquisición del inmueble del antiguo Banco Hispano. Liberamos un BIC como es la iglesia de la Encarnación y disponemos una gran plaza en el centro de la ciudad”, concretó el alcalde.

El expediente fue aprobado con los votos a  favor del PP y del conejal no adscrito Alejandro Ronda, y la abstención del PSOE.

APOYO AL CASCO HISTÓRICO

Pero no quedaban ahí las actuaciones previstas para avanzar en la mejora y renovación urbanística del casco histórico, puesto que en esa misma sesión plenaria se informó por la Alcaldía de que se están revisando las Normas Subsidiarias de Planeamiento Urbano (NNSS) en consonancia con las indicaciones realizadas por la Junta de Andalucía y adaptar las áreas de expansión urbanísticas a las necesidades reales de la ciudad. 

En este contexto, Joaquín Camacho dijo que cuando se hizo la planificación del municipio, hace unos 20 años, no se apostó por el casco histórico y sí por nuevas zonas urbanizables de suelo residencial. Aquella determinación hizo, en palabras del regidor, que los ciudadanos optaran por fijar sus residencias en esas nuevas zonas de expansión, puesto que les era más fácil edificar en ellas que no en la zona más antigua de la ciudad. “Fue así como se despobló el centro de Loja y es imposible potenciar unas áreas urbanas si no están habitadas convenientemente, por eso es necesario revertir la situación. Teniendo un casco histórico sin habitantes, es imposible sacarlo de su situación actual”. 

Y añadió más adelante: “no es de recibo que solicitudes de permisos para simples reparaciones en los edificios  se demoren hasta dos años por las trabas administrativas (en clara referencia a las dificultades y retrasos imputables a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía), lo que hace que la gente tienda a desplazarse a las zonas sin problemas de construcción y de rehabilitación de edificios”. 

A renglón seguido, Camacho indicó que la Junta de Andalucía “nos dice que tenemos ocho zonas planificadas para la construcción y que no son necesarias, habida cuenta del suelo urbano que ya se tiene en la ciudad de Loja. Por tanto hay que ajustar la oferta a la demanda y no generar más zonas residenciales habiendo zonas por recuperar en la ciudad, como es el centro histórico. Hasta que no nos adaptemos a las encomiendas de la Junta, estamos en un estado de bloqueo del desarrollo urbanístico, por culpa de una mala planificación hecha hace más de dos décadas”, concluyó.

Ahora se está procediendo por el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Loja a preparar toda la documentación necesaria para dar el paso que propicie la solución a una problemática que está afectando a numerosos ciudadanos.

La votación arrojó un saldo favorable al avance del expediente, con los votos a favor del PP y Alejandro Ronda y la abstención del PSOE.

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