En lo que va de año 28 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas; 1.004 desde que existen cifras oficiales contando con el asesinato de este lunes de Monika Asenova en Burgos. Este último asesinato se une al llamado caso de la manada de Manresa, que ha supuesto la presunta violación de una niña de 14 años por parte de siete jóvenes durante un botellón en una nave abandonada de esta ciudad barcelonesa en octubre de 2016.
Con esos dos casos recientes de la crónica negra de esta lacra social, ‘Loja por la igualdad’ se unió ayer, lunes 8 de julio, al resto de asociaciones feministas del país convocando una concentración en el Parque de los Ángeles. La cita reivindicativa contó con más de medio centenar de personas, entre las que se encontraron personas de la asociación, representantes políticos y ciudadanos en general.
Se desplegó la pancarta propia de la asociación feminista lojeña además de poderse leer algunas pancartas individuales con lemas tales como “no es no”, “el amor no duele” o “es violación, no agresión”, entre otros. La presidenta de ‘Loja por la igualdad’, Eva Jiménez, fue la encargada de leer un comunicado en el que se reiteraba el descontento por las acciones judiciales en estos casos, insistiéndose en reclamar a las administraciones medidas contra las violaciones y la violencia machista. Jiménez insistió en que se debe de enfatizar en el término violencia machista y no hablar de violencia intrafamiliar.
A continuación reproducimos íntegramente el comunicado:
“Hoy estamos aquí para apoyar a una niña de tan solo 14 años. Una niña que fue violada durante un botellón en Manresa. Una niña de 14 años que fue conducida a una caseta abandonada donde seis jóvenes se turnaron para violarla “tienes quince minutos, no tardes que me toca a mí” se repetían uno a otro, mientras el séptimo miraba y se masturbaba.
Tras tres años de este suceso, la menor sigue en terapia y le da pavor salir sola a la calle.
Tras tres años, de nuevo, somos las asociaciones las que tenemos que salir a la calle a decir que fue violación, no abuso. De nuevo nos enfrentamos al “es que no dijo NO” o al “no se resistió lo suficiente”. Otras lo hicieron y ahora están muertas.
Esta menor después de ser violada, se enfrenta al miedo de que no la crean, de salir a la calle y de encontrarse con sus agresores.
Hoy, tristemente, tenemos que volver a repetir que si te creemos. Necesitamos decirte alto y claro que la culpa de una violación no la tiene el alcohol, ni ir sola por la calle, ni vestir de una manera o de otra, ni salir de noche. La culpa de una violación la tiene el violador que se cree con derecho de utilizar el cuerpo de una mujer a su antojo.
Las mujeres estamos hartas de vivir con miedo, de salir a la calle mirando hacia atrás, de que haya agresores que simplemente nos vean como un objeto sexual. Las mujeres queremos ser libres para vivir nuestra vida igual que los hombres, sin miedo, sin culpas, sin complejos, por todo ello como sociedad, tenemos el deber de quitarles la carga de culpabilidad y vergüenza a las víctimas y señalar alto y claro a los agresores.
Tras la sentencia contra la Manada de los San Fermines, creíamos haber ganado una guerra, pero una vez más, la justicia nos enseña que no hemos ganado la guerra, sino una batalla. Por ello, hoy aquí, al igual que en el resto de ciudades, nos volvemos a posicionar al lado de nuestra hermana, al lado de esa niña de 14 años que tiene derecho a vivir sin miedo, para que sepa que no está sola y que juntas y juntos conseguiremos que se vuelva a hacer justicia.
Para finalizar aprovechamos este espacio, esta concentración, para exigir a todos los gobiernos, a todos los partidos políticos y a toda la sociedad, la máxima implicación para erradicar estos comportamientos. Pedimos un código penal que se ajuste a las realidades que estamos viviendo, donde “NO sea NO” y “no decir NO, no sea SI”. Cada uno en nuestro ámbito tenemos mucho que aportar y que decir para acabar con las violaciones y la violencia machista. Si, violencia machista, de género, no violencia intrafamiliar”.
“Si no te sonríe, te besa, te abraza, te mira…la estás violando”.
Tras la lectura del comunicado, que se centraba en el caso de presunta violación de la menor de Manresa, se guardó un minuto de silencio por la última víctima de violencia de género en Burgos. El silencio se rompió con las proclamas de los presentes, “no es abuso, es violación”, que enfatizó la reclamación de justicia en este tipo de casos que azotan la conciencia colectiva de todo el país.
La concentración se diluyó tras quince minutos de acto. Los presentes abandonaron el Parque de los Ángeles con la ilusión, aún por desgracia irreal, de no tener que volver a lamentar más casos de violencia machista o violaciones.