El pasado viernes 9 de agosto se vivió la última propuesta del programa cultural y festivo ‘Estío 2019’. ‘Ni Funk Ni Fank 2.0’, fue la actividad ofertada, siendo un pasacalle de animación que permitió, y prácticamente obligó, a participar a todo el público que decidió acercarse a disfrutar de este evento.
Las luces se apagaron desde el Palacio de Narváez, sede del Ayuntamiento de Loja, hasta el Parque de los Ángeles, para que un pequeño remolque pusiera música a los sueños de los espectadores. ‘El Lápiz’, un showman funk de los años 70, protagonizaba el pasaje interactuando con el público e invitándoles a cumplir sus sueños, a soñar despiertos. Éste se encontraba acompañado de tres compañeros más, el que dirigía la música, una bailarina y un ciclista muy dado a los abrazos.
Los cuatro miembros de la Compañía ‘Trío Bombo y Tambor’, encargada del formato, se dejó llevar por los diferentes estilos que el propio público les evocó, generando todo tipo de situaciones imprevistas tanto para los espectadores como para los propios músicos. Se buscó provocar los momentos más inverosímiles y gamberros para el divertimento de todos los asistentes. La sorpresa y la incertidumbre estuvieron servidas.
La Compañía Trío Bombo y Tambor es una compañía de artistas que nace de la necesidad imperiosa y humana de crear a través de una interacción con el público mediante la percusión. El estilo principal es la samba brasileña, pasando por sus diferentes variantes, tales como el funky, afro, carioca… así como otras corrientes de carácter latino, africano, tradicional, oriental, flamenco, electrónica y un largo etc., gracias al largo bagaje musical y escénico de sus componentes. Afirman que su premisa principal es hacer el amor en directo a través de la música, y ante los ojos de todo el público asistente.
