El color violeta iluminó la noche del viernes en Loja para proclamar el estado de emergencia feminista, ante la escalada de violencia de género de este pasado verano, donde ha sido asesinada una mujer cada dos días y cuyo germen ha sido las últimas cuatro víctimas.
Con estas cifras escalofriantes que no cesan, el colectivo feminista ‘Loja por la Igualdad’ se sumó a la convocatoria nacional, promovida por la plataforma feminista de Alicante, a la que se unieron más de 200 ciudades. La concentración nocturna se celebró en el parque de los Ángeles, donde se volvió a poner el acento y se gritó “basta ya” a tanta violencia hacia las mujeres.
Un grupo de ciudadanos se concentró entorno a la fuente de este espacio público, portando una gran pancarta y globos iluminados de color violeta. La música de una joven violinista Rocío Jiménez inició el acto como antesala a la lectura del manifiesto.
La lojeña Ángela Aguilera fue la encargada de poner voz al texto feminista del 20S que decretaba esta emergencia feminista, ya que, a los datos anteriormente mencionados, se suma el aumento de los delitos sexuales en un 50%, que se ha duplicado el número de violaciones grupales 0% o que cada seis horas se denuncia una violación o el asesinato de más de 40 mujeres en lo que va de año. “Casos que perturban la paz de un Estado, a pesar de tener unas leyes pioneras en igualdad y en lucha contra la violencia de género”, comentó.
Por todo esto, incidía el texto en que las mujeres decretan este estado porque “a diario se restringen nuestros derechos y libertades” y porque “ni el Gobierno español ni el Poder Judicial, ni la sociedad han asumido sus obligaciones”.
En el manifiesto se exige que se garanticen los medios más adecuados para sensibilizar, visualizar y concienciar a la sociedad sobre la violencia de género como un “problema público”. A su vez, que se garantice la aplicación inmediata de las medidas contenidas en el Pacto de Estado y la Ley Integral y la dotación presupuestaria para dar cumplimiento a las medidas de prevención de la violencia y de protección y recuperación de las víctimas, y que se garantice la educación en la igualdad entre hombres y mujeres.
La noche violeta finalizó, de nuevo, con música de violín y con gritos sonoros de “basta ya, de violencia machista” y “si nos toca a una, nos tocan a todos”.