Un mes llevada Jesús Nazareno fuera de su ermita con motivo de los actos de celebración del 400 aniversario fundacional de su Hermandad. ‘El de la túnica morada’ regresó a su recogimiento este pasado sábado 5 de octubre recorriendo las calles del centro de su ciudad en procesión extraordinaria. Lo hizo como lo hace cada Viernes Santo, rodeado de vecinos, y muchos visitantes, que lo adoran como una imagen sustancial del sentir lojeño.
Hubo lleno absoluto en la Iglesia de la Encarnación para presenciar la Eucaristía previa a su salida. La misma fue concelebrada por los tres párrocos de Loja y presidida por el vicario general del Arzobispado de Granada. En la misma se pudo disfrutar de la coral lojeña María del Carmen Romero Avellaneda.
Con un poco de retraso con respecto al horario previsto, y poco después de las 19 horas, el desfile comenzó a fluir desde el interior de la antigua Colegiata de la Encarnación. La comitiva la encabezó la Banda de Cornetas y Tambores Flor Entre Espinas que realizó una excelente participación en toda la procesión. La Cruz de Guía del Santísimo Cristo de la Salud, cedida por la Hermandad del Viernes Santo Noche para esta ocasión, dio paso a los ciudadanos que decidieron acompañar con su vela. Tras ellos, y con la presencia del estandarte propio de los Nazarenos, se encontraban los hermanos propios que vestían de traje y mantilla. Se pudo ver también desfilar el clásico estandarte ‘Postme’, que no es habitual ver procesionar y que antiguamente acompañaba a los apóstoles.
Se contó con la presencia de todas las Hermandades y Cofradías de Loja, tanto de gloria como de penitencia, que acudieron con sus estandartes y guiones. La mayoría de miembros de la corporación municipal también estuvieron presentes, estando acompañados de la figura de los Maceros. En ese grupo preferencial delante del trono del Nazareno también estaban presentes la actual junta de gobierno y antiguos Hermanos Mayores de la Hermandad junto con el consiliario.
El Nazareno, lució su nueva túnica rodeado de un trono que poco a poco va adquiriendo la reforma aprobada por su cabildo. Ya se observa el nuevo pan de oro de las esquinas a falta del dorado de los nuevos arbotantes. Jesús fue portado por horquilleros de traje con corbata morada bordada con el escudo de la Hermandad. Los sones de la reconocida Banda de las Tres Caídas de Sevilla acompañó el trono del titular. Desde la marcha real hasta el último acorde, esta banda encandiló al público asistente, mucho venido de fuera únicamente para ver a esta formación.
El recorrido, poco habitual y extraordinario para esta ocasión, contó con gran participación sobre todo en la zona de salida hasta la Plaza de la Victoria. En este lugar se vivió un momento especial con la entonación de una bonita saeta por parte de José Manuel Humanes, director de la Escuela de Saetas de Sevilla.
La devoción al Nazareno se notó en cada parte del recorrido. Hubo muestras de cariño como la entrega de un ramo de rosas blancas por parte de la Peña del Real Madrid, dentro del paso del Cristo por la puerta de su sede. El transcurrir por la avenida de Los Ángeles posibilitó ver la amplitud del cortejo.
Uno de los momentos más especiales de la cita fue la llegada de Jesús a su Mesón de Arroyo. Balcones engalanados de morado como si de un Viernes Santo más se tratara para recibirlo en su regreso. Los horquilleros hicieron un último esfuerzo para subir la avenida que les llevaba a la puerta de la ermita, donde aguardaban Santa Marcela, la Virgen de las Angustias y San Juan. Loja se despidió con emoción de su Jesús, deseando volver a verlo en la próxima Semana Santa.
