Una sensación de tristeza y resignación se vive entre los lojeños al ver otra tradición que no se puede celebrar debido al estado de alarma que vive el país por la crisis del COVID-19. Esta misma sensación, pero más agudizada, la viven los socios de la Peña Dinámico Aliatar, asociación que organiza este evento, conjuntamente, con el Ayuntamiento de Loja. Será la primera vez en 32 años que la ciudad no celebre esta actividad que se ha convertido en todo un evento social, donde disfruta toda la familia.
Desde el área de Fiestas se han mantenido reuniones con esta asociación lojeña, donde se decidió la suspensión de la actividad. “Hace quince días nos reunimos con la concejala y decidimos su cancelación, sin saber que se prorrogaría el estado de alarma, porque consideramos que era correr un riesgo muy grande por la cantidad de personas que congrega”, informó en Onda Loja Radio, el presidente de la Peña Dinámico Aliatar, Víctor Cobos, quien remarcó que “ha sido una decisión difícil, pero que había que tomarla por la circunstancias adversas que vivimos”.
Sobre el posible aplazamiento a otras fechas de la celebración de la romería puntualizó que “nunca se ha pensado cambiar de fecha porque esta celebración tiene su día y, si este año no puede ser, ya se organizará el año que viene, igual que se han suspendido otros eventos importantes”.
Esta celebración popular y religiosa congrega a miles de personas entre familiares y amigos que, en los últimos años, ha visto incrementada aún más la afluencia de público. “Las últimas ediciones han contado con más número de personas, entre 4.000 y 5.000 personas, porque se ha notado la involucración de los más jóvenes”, afirmó.
Como este año no se podrá celebrar de forma presencial, también existe la alternativa de festejarla en casa. “No es lo mismo, pero se puede celebrar en torno a una buena comida y brindando con la familia y por la amistad” que es el lema de esta celebración.
Con vistas al verano y la actividad lúdica que genera este colectivo en este periodo estival, Cobos auguró que “va a ser una temporada bastante difícil, porque tal y como acontece la situación, no vamos a poder abrir nuestras instalaciones de piscina, ni la realización de los conciertos, por lo que va a ser un verano duro para la peña”, así que ya no queda otra opción que mirar al próximo año, donde “seguro que la organizaremos con más ilusión y ganas, si la situación nos lo permite, que yo espero que sí”.