El textil ha sido uno de los sectores más importantes de la economía de Loja. Hace algunas décadas el municipio albergaba numerosos talleres de confección. Con el paso de los años el sector ha perdido fuerza, pero todavía perviven muchas empresas que generan un buen número de empleos. Es el caso de la lavandería industrial Surtinte, que fue fundada hace una década por los hermanos Antonio y Santiago Mancilla Toledo. La empresa es especialista en el teñido y acabado de prendas confeccionadas.
Con una plantilla de 21 trabajadores, trabaja para conocidas firmas locales como Waconda, Cerrimol, La Española, Roatnac o Amaro Jeans. El 70% de sus clientes son de la comarca, pero también procesan textil para empresas de Málaga, Pozoblanco, Alicante o Barcelona. Diariamente pueden tratar hasta 7.000 prendas, a las que se les aplica cualquier tipo de tinte o lavado. Además, se realizan todo tipo de acabados como desgastados, rotos, bigotes o lija.
Precisamente, hace escasos meses la empresa ha realizado una importante inversión tecnológica, de unos 300.000 euros, en una nueva máquina que permite hacer acabados con láser. Además, permite crear cualquier dibujo sobre prendas tejanas. En España solo hay cuatro máquinas de este tipo, una de ellas la de Surtinte y las otras tres en Galicia, que trabajan para las prendas que confecciona el Grupo Inditex. Esta nueva tecnología reduce los procesos productivos y además acelera el ritmo de trabajo: de 20 prendas a la hora se puede pasar a unas 60 gracias a este láser.
Surtinte también tiene en cuenta el medioambiente, por lo que ha incorporado a sus procesos técnicas más respetuosas que permiten el ahorro de energía y de agua. Por ejemplo, antes, cada kilo de ropa que se tintaba necesitaba 10 litros de agua. Ahora, para el mismo volumen, solo medio litro gracias al sistema de nebulización. Además, sus calderas de biomasa utilizan el hueso de aceituna como combustible. Así lo explica Emilio Jáimez, tintorero de la empresa.
Jáimez explica que el sector de la moda atraviesa por malos momentos debido a la pandemia. “Estamos pasando un año difícil por los cierres de comercios y restricciones. Y también por el hecho de no haber eventos, por lo que la gente no compra ropa”, lamenta el tintorero.
El alcalde, Joaquín Camacho, ha querido conocer en primera persona el proceso productivo de esta empresa de la que ha destacado su “conciencia ambiental” y su “continua adaptación” a las nuevas tecnologías “para ofrecer productos de calidad y a menor coste”. Así mismo, se marca como “proyecto de futuro” recuperar el sector textil “como oportunidad de desarrollo y empleo en el municipio”.