Loja tiene ganas de recuperar sus más arraigadas tradiciones. Una afirmación que queda patente al ver la participación vivida el pasado sábado en las actividades programadas con motivo de la Candelaria. Decenas de lojeños y visitantes disfrutaron de las roscas con chocolate y aceite, comida popular y música en directo.
Aunque el día propio de la Candelaria fue el 2 de febrero, el Ayuntamiento trasladó los eventos al fin de semana. El día comenzó a las 12 horas en la Cueva del Tío Dani, en pleno Barrio Alto. La Peña la Orza cumplió con la tradición de repartir sus roscas. Fueron 600 unidades, acompañadas de una buena tableta de chocolate y aceite de la Cooperativa San Isidro, las entregas principalmente a pequeños. Muchas familias acudieron para contar con tan suculento manjar.
Desde la peña, su presidente, Tomás Barranco, reconocía la buena participación que se había vivido y admitía que se busca en todo momento mantener las tradiciones. Su deseo es que éste evento permita ser el punto de inicio de la vivencias de otras actividades como son Carnaval y Semana Santa. Por último invitaba a los lojeños a que acudan a conocer y participar de las propuestas de su peña.
La Peña La Orza siguió ambientada toda la jornada. Al mediodía se pudo disfrutar de una barbacoa y de la buena música de los vinilos de los ‘Vinyl Rules’. La pasión por este formato musical la trasmitían sus componentes que no pararon de poner grandes temas. Éstos destacaban que no hay dos vinilos que suenen igual y ello lo demostraron para todos los asistentes.
Iguales de satisfechos se mostraron tanto el alcalde, Joaquín Camacho, como la concejala de Participación Ciudadana, Encarni Murillo. Desde el Ayuntamiento entendían importante apoyar la recuperación de la Candelaria. También afirmaban que lo invertido redundaba en Loja con la compra de 1.600 roscas y la apuesta por la participación de la peña y la Hermandad del Domingo de Ramos.
Ya por la tarde llegaba el turno del encendido de la hoguera municipal. Como en la primera y única edición, ésta se ubicaba en los aparcamientos del Pabellón Miguel Ángel Peña. A las 17:30 horas se procedió al encendido de la misma, dando inicio al reparto de más de un millar de roscas con chocolate y aceite. Se contaba con una barra a cargo de la Hermandad de Nuestro Padre en su Entrada Triunfal en Jerusalén, Ecce Homo y María Santísima de la Luz. Su Hermano Mayor estaba muy agradecido de poder participar de esta cita y recaudar fondos para sus diferentes objetivos.
Con la llegada de la noche comenzó la música en directo. En primer lugar el grupo local ‘Suspiros del Alba’ amenizó la velada con lo mejor de su repertorio. El testigo lo cogió ‘Rumba sin límites’ que hizo bailar a los presentes como remedio al frío que ya aparecía en el final de la actividad.