La solidaridad de los lojeños ya va camino a la frontera con Ucrania. Ayer domingo a primera hora partía desde Loja un autobús cargado de medicamentos, alimentos y mantas que han sido aportados días atrás por los vecinos del municipio para los refugiados ucranianos. La recogida estuvo organizada por Cáritas de la parroquia de Santa Catalina, pero muchos colectivos e instituciones del municipio han colaborado como puntos de recogida, como es el caso de colegios, hermandades o el propio PSOE local. También varias empresas de Loja y el propio ayuntamiento, que ha fletado el vehículo.
No se ha hecho un cálculo de lo que se ha conseguido recoger, pero la respuesta solidaria de los lojeños ha sido, como siempre, extraordinaria. En el autobús no va ni una cuarta parte de lo recaudado, tal y como señala a El Corto de Loja Juan Carlos Burgueño, párroco de Santa Catalina. El resto será enviado en los próximos días.
A bordo del autobús va una expedición conformada por ocho lojeños, cuatro representantes de las dos empresas que han colaborado en esta iniciativa y cuatro conductores de la empresa local Balerma. Llegarán a su destino, el campo de refugiados de Varsovia gestionado por Cáritas, este martes por la mañana. Allí descargarán la solidaridad de los lojeños, pero no se vendrán de vacío, ya que las plazas del autocar serán ocupadas por refugiados ucranios. La delegación lojeña ya dispone del listado de personas que vendrán a Loja. Habrán de esperar a tener toda la documentación necesaria para que la acogida goce de todas las garantías legales. Tendrán la ayuda y asesoramiento del cónsul de España en esa ciudad.
Se prevé que en torno medio centenar de refugiados puedan ser acogidos en Loja. Principalmente serán madres con sus hijos –hay unos 15 menores, y también mujeres mayores. Hay también dos varones.
Los empresarios lojeños se harán cargo de la manutención en su viaje de vuelta. Ya en territorio lojeño, los primeros días los pasarán en el hotel Abades Manzanil, a la espera de que se les asigne una familia de acogida. Días atrás, el ayuntamiento habilitó la oficina de Turismo para que los lojeños interesados rellenaran un formulario de acogida. Se han recibido en torno a 20 solicitudes, por lo que prácticamente todas las familias ucranias tendrán un lugar donde quedarse en Loja.
Se puede seguir ayudando al pueblo de ucrania, pero ya no con aportaciones de medicamentos o alimentos, sino económicas. En Loja han quedado muchos productos que no cabían en el autobús, que serán enviados a Ucrania los próximos días. Pero para su logística hace falta tener dinero, según explica el párroco de Santa Catalina. Se pueden realizar donaciones a través del Bizum 4975, del Arzobispado de Granada.
