La fundación del Patronato San Ramón y San Fernando comienza a ofrecer un nuevo servicio en el municipio con el objetivo de facilitar el desarrollo personal de jóvenes del municipio. Al margen de su labor en la casa hogar, que desde 2012 gestiona los Hermanos de la Salle, se suma ahora una escuela de segunda oportunidad que trabajará desde la antigua sede de Cruz Roja en la calle Cerrillo de los Frailes. Este espacio, así como el proyecto, fue presentado en el día de ayer con la presencia de la junta de patronos, su presidente, la concejala de Bienestar Social y entidades colaboradoras como la propia Cruz Roja, CaixaBank y representantes de institutos lojeños.
El proyecto arranca con el objetivo de atender a jóvenes entre 14 y 25 años con el propósito de promover la inclusión social y lucha contra la pobreza de los jóvenes en situación de vulnerabilidad social a través de oportunidades formativas y mejora en competencias necesarias para continuar con su proyecto educativo o de inserción laboral. El perfil de participantes se centra en aquellos jóvenes que precisan de un acompañamiento socioeducativo para reanudar un proceso de recuperación de las habilidades, las actitudes y las competencias básicas que les habilite para acceder a los recursos para la formación y el empleo existentes. Reseñar que se buscará no solo una atención educativa y profesional sino una atención integral del desarrollo personal del individuo.
Para esta labor se tendrá un contacto directo con los tres institutos del municipio y no solo con ellos, ya que se abre la propuesta a toda la comarca. Los menores o jóvenes además podrán acceder a este proyecto a través de otros formatos que no sea solo el educativo y contarán con una valoración de los profesionales del servicio. Se cuenta con un director del proyecto, una educadora social y una técnica de integración social. Además de los profesionales de la propia escuela se cuenta hasta el momento con 10 voluntarios que son titulados como educadores sociales, maestros, técnicos de integración social, trabajadores sociales, pedagogos, profesionales de geografía e historia, filosofía y letras.
El presidente de la fundación, Joaquín Camacho, ha afirmado que para el patronato supone una inmensa alegría y satisfacción poner en marcha este proyecto en el que se viene trabajando muchos meses. Para ello ha agradecido el apoyo financiero y económico de Caixabank que afirma siempre colabora con las dos fundaciones de la ciudad. No se olvidó tampoco de la Junta de Patronos y en especial del administrador que entiende ha conseguido que el patronato haya vuelto a sus orígenes de atención a la infancia. Palabras especiales tuvo para las trabajadoras y trabajadores de este hogar San Ramón y San Fernando al afirmar que sin ellos estos proyectos no serían posibles.
Camacho informa de que fue José Antonio Soto, director del centro, quién se reunió con el Ayuntamiento para ver cómo se podía sacar la labor del hogar a la calle y a la sociedad. Ampliar esa labor a menores y jóvenes que tengan una necesidad era el objetivo buscado que después de muchas opciones se materializa en una segunda oportunidad educativa y laborar con el apoyo de los docentes y también desde el patronato. “Se pretende tener un nuevo servicio para Loja y la comarca desde un espacio céntrico” comenta el presidente de la fundación añadiendo que “nadie merece quedarse en el camino”. Incluso con la crisis de Ucrania, entiende Camacho, pone en relieve a este centro como una oportunidad para los menores que están en Loja acogidas en familias.
Para el director del hogar San Ramón y San Fernando, José Antonio Soto, ciertamente era un día grande en el que llevaban meses trabajando. “En los últimos años queríamos ofrecer algo más de lo que ofrecemos en nuestro centro”, comenta el director añadiendo que desde el pasado mes de mayo deciden hacer algo más a las personas más vulnerables. En el arranque del proyecto, asegura el profesional, han contado con el apoyo de la Concejalía de Bienestar Social y la colaboración de los institutos.
“Nos hemos decidido por una escuela de segunda oportunidad al ver que en Andalucía ha y mucho abandono escolar o retraso educativo”, comenta Soto recordando que con 15 años solo el 59,6% de los andaluces están en su curso. Soto asegura que no solo se ceñirán en formación académica e inserción laboral sino en una atención en su totalidad. “Intervenir en sus procesos de madurez para personas que precisan de un apoyo”, reseñó el profesional convencido del éxito del proyecto.