Un euro al día es el alquiler simbólico que establece el Ayuntamiento de Loja para la adjudicación provisional de un puesto en el Mercado de Abastos. Esta medida, junto con la supresión del canon de más de 1.200 euros y el primer año sin alquiler en la adjudicación definitiva, son las facilidades que el Consistorio ha puesto en marcha con la intención de fomentar la creación de nuevos negocios en el mercado municipal. La iniciativa también pretende revitalizar el casco histórico de Loja que, durante los últimos años, ha experimentado un notable descenso de la población y un progresivo cierre de negocios tradicionales. Joaquín Camacho es el alcalde de Loja.
Estas medidas han permitido la apertura de tres nuevos negocios, dos dedicados a la hostelería y un tercero de material ecuestre artesanal. Encarnación Rodríguez, una de las nuevas empresarias, animó a otras personas a seguir su iniciativa ya que, con esta nueva situación, “resulta cómodo” iniciar una nueva empresa.
De esta forma se abaratan de forma considerable los costes fijos, que suelen ser una de las principales causas del cierre de nuevos negocios. Además, al no tener gastos durante el primer año como alquiler o el mencionado canon, hay muchas más posibilidades de que un negocio perdure.
Por otra parte, un aumento de los comercios y negocios de hostelería en la zona del Mercado de Abastos supone un reclamo para el resto de la población lojeña, lo que incide directamente en un aumento de la vida de este espacio.
En esta lucha, el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Loja, José Comino, se mostró optimista e invitó a otros inversores a seguir los pasos de Encarni Rodríguez y aprovechar “esta oportunidad” para generar autoempleo. “Entre todos tenemos que hacer una Loja fuerte y potente que seamos un referente en el Poniente”, concluyó el presidente.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, añadió que el plan para el centro histórico es mucho más ambicioso. El objetivo final es la creación de un espacio gastronómico que conviva con puestos tradicionales, así como una transformación completa urbanística en toda la zona adyacente. Para la realización de este plan, desarrollado por un estudio de arquitectura lojeño, se espera financiación de fondos europeos, aunque, según apunta Camacho, “si no consiguiéramos los fondos europeos, tardaremos un poco más, pero está claro que hay que actuar en el mercado”.
