Los niños fueron los protagonistas de la tradición de la Candelaria en la Peña la Orza. Como es habitual en este colectivo lojeño, no se faltó a la cita con las tradiciones. Entrando en sus días más activos, con el Carnaval y la Semana Santa, esta peña vivió una jornada repleta de amistad y recuerdos.
La Cueva del Tío Dani se llenó de vida en la mañana de este pasado sábado. Aunque la Candelaria fue el 2 de febrero, la actividad se trasladó al fin de semana buscando una mayor participación. En pleno Barrio Alto, como manda la tradición, se repartieron más de medio millar de roscas con aceite y chocolate.
Desde el mediodía muchas familias acudían para conseguir tan suculento alimento. Los niños fueron los que más disfrutaron del obsequio y agradecían el regalo. Aunque muchos apostaban más por el chocolate, dejando de lado la rosca, todos sucumbían a una mezcla tan exquisita.
Los socios de la peña, con la directiva a la cabeza, se afanaban en que no faltarán bolsas para repartir. Tomás Barranco, presidente de la Peña La Orza, destacaba que de nuevo se cumplía con esta tradición que durante tantos años han intentado mantener. También agradecía el apoyo del Ayuntamiento de Loja que facilitó las roscas y el aceite.
El alcalde, Joaquín Camacho, y la concejala de Participación Ciudadana, Encarnación Murillo, acudieron a la entrega de estas roscas para mostrar el apoyo del consistorio con esta peña y su labor de mantenimiento de las tradiciones. Mientras la edil reseñaba que si concejalía tiene que estar de lado de las asociaciones, el alcalde alababa la participación de la población en estos eventos. “Siempre defenderemos las tradiciones pero ahí que pedir la participación de todos”, comentó el regidor.