La joven lojeña Adriana Maldonado Sillero fue la elegida este año para anunciar la Semana Santa de Loja en la octava edición del Pregón Infantil, iniciativa del lojeño Antonio Moreno, y enmarcado dentro de los actos oficiales de la Agrupación de Hermandades y Cofradía de Loja. El auditorio Adolfo Suárez volvió a acoger esta cita cofrade, de las pocas oficiales que existen en Andalucía, y con la que se les da protagonismo a los más jóvenes, convertidos en el futuro de esta celebración religiosa y cultural que, con tanta tradición y devoción, se vive en el municipio.
Una noche intensa, llena de emociones y pasión cofrade, contada desde la visión de Adriana que, a sus 14 años, le supo dar voz y sentimiento a sus recuerdos y vivencias en estos días de Pasión que ha vivido desde niña, junto a su pilar fundamental: su familia. En su alocución describió las imágenes, las estaciones de penitencia y todos los instantes que han quedado en su retina y con diálogos con las personas que han formado o forman parte de su devenir cofrade. Estuvo arropada a lo largo de más de una hora por las actuaciones musicales de la Banda de Música de Loja, el cuerpo de tambores negros del Cristo de los Favores, la saetera Noelia, las sátiras de los incensarios blancos y música a piano. No faltaron en el patio de butacas, casi al completo, autoridades eclesiásticas, cofrades y políticas, junto a familiares y amigos.
Un evento para los más pequeños, marcado también por la inclusión social, con la proyección de un vídeo de los usuarios de la residencia Sierra de Loja, quienes mostraron el proceso de creación del morrión que se le entrega a la pregonara infantil y que lo hacen “unas manos con la máxima ilusión del mundo”, se extrae del audiovisual.
A continuación, tomó la palabra la anunciadora del año pasado, Ángela María Cuevas, quien presentó a la pregonera infantil, de la que dijo que es “cariñosa, simpática, divertida, locuaz, trabajadora, íntegra, fiel, siempre amiga… con su saber estar y su sonrisa es capaz de llenarlo todo a su paso”. Destacó su condición de primogénita de una familia con fuertes raíces semana santeras, a la que desde pequeña se le adivinaba que iba “a ser una mujer guerrera en cuanto a la Semana Santa se refiere, porque todo lo gusta”.
PREGÓN INFANTIL
En ese mismo instante salió Adriana, quien apareció ante una escenografía que presentaba el cartel anunciador de la Semana Santa de Loja y, en el otro extremo un armario, simulando al de su abuela Mari Carmen, repleto de vestimentas, cachorros de incensarios, tambor, morrión, de las distintas hermandades en las que participa.
Comenzó su proclama con la salida emotiva de su Virgen de las Angustias por la pequeña ermita de Jesús, de la que es hermana desde que nació gracias a su padre, a la que pidió que le acompañara en este pregón, donde “os contaré mis vivencias con amor y mis palabras que salen del corazón” y agradeció a Moreno su confianza. Se mostró “emocionada” ante un día que “tanto ansiaba y que con tantas ganas recibo” y que dedicó a toda su familia.
Durante más de una hora hizo un recorrido por las diferentes estaciones de penitencia lojeñas en las que participa, junto a su familia de dónde le viene “su sentir cofrade”. Habló de su salida como mantilla en el Viernes de Dolores, de ‘La Espuela’ con todos “los moraos”, pasando por el Domingo de Ramos en La Borriquilla, vestida de hebrea, horquillera o ya más mayor de acólito, y de la Virgen de la Luz, de la que dijo que “cuando sea mayor la llevaré”, haciendo parada en la Hermandad de Jesús Orando en el Huerto, donde participa su hermano pequeño.
Aseveró con firmeza que “Loja es Tres Caídas” y se paró en el toque sordo de los tambores negros que consuela el cansancio de sus horquilleros por la difícil subida a la ermita. “Me emociona hablar de este momento porque uno de mis sueños es tocarle al Cristo en la ermita del Calvario y espero cumplirlo este año”, afirmó, destacando también el encuentro del Mesón de Arroyo.
El Jueves Santo no falta a la cita con los incensarios blancos en la ermita de Jesús y en el Álamo Gordo, donde “unos jóvenes incensarios blancos están esperando el golpe” y subrayó el paso de Jesús Preso por el puente Gran Capitán y la oscuridad del Barrio Alto porque “el Cristo de los Favores está saliendo”.
SU VIERNES SANTO
Mañana del Viernes Santo, olor a incienso y murmullo en el salón de su casa porque “lo moraos ya están aquí” y con los nervios del momento, como hermana de la Virgen de las Angustias, a la que “tengo una gran devoción y a la que miro con orgullo”, ha salido todos los años de su vida como penitente o pediora. El año pasado fue horquillera de la Santa Vera Cruz -de las más pequeñas-, cuya experiencia definió como “de las más bonitas” y cuyo momento que vivió con “ilusión y feliz con sentimientos encontrados porque esto se acaba al iniciar la corriílla”. Matizó que nada sería sin Santa Marcela, San Juan Evangelista y Jesús Nazareno que “entre todos hacen grande este ordenado desorden”, apuntó.
Del Viernes Santo por la noche se centró en la Virgen de la Soledad y en el “buen trabajo de su postor y pregonero de este año Juan Miguel Alba al llevar tan ejemplar el paso del palio” y anunció que esta Semana Santa se cierra con una nueva imagen, la del Resucitado.
Por último, pidió a los niños y a la juventud que vivan la Semana Santa con “devoción y que sienta la Pasión y muerte de Jesús de una forma especial. Que no duden en participar, para que así entro todos hagamos más grande esta tradición tan nuestra”. Concluyó la joven Adriana que “mi pregón, que sale del alma y el corazón, y en ese viejo armario se encierra mi pasión: ropa, enseres y abalorios que guardo con mucho amor. Pasión que viví desde pequeña, que en mi alma penetró y que hace Loja grande”.
Para cerrar el acto, el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Ramón Pérez, manifestó que “en el mundo cofrade podemos estar orgullosos de lo que hacemos aquí, ya que este pregón es de lo más bonito que se hace en Andalucía” y agradeció a Antonio Moreno por apostar por “dar voz a los niños”. María del Mar y Susana, de la residencia, fueron las encargadas de entregar el morrión a la pregonera que también contó con la presencia del concejal de Cultura, José Antonio Gómez.