Ha vuelto a llover, aunque menos de lo esperado, y muchísimo menos de lo necesario para paliar la situación de sequía que padecemos. Ayer volvió a caer agua del cielo, hubo tormenta, pero sólo se recogieron 5,2 litros por metro cuadrado. La previsión indica lluvia para los próximos días, al menos hasta el miércoles de la semana que viene.
Es la primera vez que llueve en esta primavera. Desde que empezó la estación el 20 de marzo no había caído ni una sola gota. El último día que llovió, ya casi no lo recordamos, fue el 9 de marzo (cayeron entonces 1,4 litros). Es decir, han pasado 71 días sin que lloviera, es decir, más de dos meses.
Y lo que ha caído y lo que se prevé que caiga los próximos días no va a ser suficiente para mejorar la imagen que presentan los pantanos, que siguen con niveles muy bajos. Los embalses de la provincia se sitúan en este momento del año al 31,71% de su capacidad, lo que suponen 10 puntos menos que hace un año.
En el pantano que tenemos más cerca, el de Iznájar, la situación es todavía peor. Según los datos de este jueves, tenía embalsados 176 hectómetros cúbicos, lo que supone un 19,13% de su capacidad total, que son 920. Son 13 puntos menos que el agua que tenía registrada en la misma semana del año anterior. Pero si se compara el porcentaje con la media de la misma semana en los últimos 10 años, la preocupación es todavía mayor. El promedio es del 67%, 48 puntos más que lo embalsado actualmente.