“Hay noches que quedan grabadas a fuego para siempre, y la del pasado viernes en Loja sin duda es una de ellas”. Esta es la frase con la que el grupo lojeño Lori Meyers enfatizaba el concierto vivido en el Estadio Medina Lauxa. El grupo, “con los pies aún lejos del suelo”, reconocían haberse sentido como profetas en su tierra y enfatizaban que ésta es “esa casa a la que siempre aman volver”.
Sin duda, ese amor mutuo marcó no solo el concierto en sí sino todos los momentos previos y posteriores al mismo. Ya en la prueba de sonido, con un sol aún de justicia, el grupo estaba rodeado de un sentimiento diferente. Con familiares y amigos entrando y saliendo, fotos, abrazos y recuerdos, las horas previas al concierto fueron frenéticas. Sin duda un anticipo de sentimientos que se multiplicarían en el escenario.
Noni, Alejandro y Alfredo, atendieron en la previa gustosos a los medios locales. Los tres reseñaban la importancia de 25 años de carrera y las ganas de volver a casa 15 años después. Insistían en admitir que no era un concierto más y que entre el público habría muchos amigos que les han apoyado desde sus inicios. “Hace nada estábamos ensayando en un local de la Esperanza”, comentó Alejandro poniendo en valor que hoy el grupo llena estadios.
La expectación fue máxima. Solo había que recorrer el Paseo de Narváez para ver el ajetreo en los bares cercanos al estadio. El retraso en la llegada del público, obligó a posponer el inicio del concierto en una media hora, algo que agradecer al grupo, que no quiso que miles de personas se perdieran el arranca del mismo. Poco a poco el césped se llenó de cabezas para dar una imagen que no por vivida deja de sorprender.
Con casi 10.000 almas expectantes, Lori Meyers inició su espectáculo con uno de sus grandes éxitos de su último disco, ‘Seres de Luz’. Fue un inició apoteósico, casi orgásmico, para un público entregado de principio a fin con cada una de las canciones de los lojeños. Noni comenzó con su baile hipnótico acompañado con la simetría de Alejandro y la fuerza de Alfredo.
A partir de ahí, fue una batería de éxitos que explotó en un sentimiento de sabor de 25 años de carrera difícil de explicar. Aunque el disco ‘Espacios Infinitos’ iba a ser el hilo conductor, el programa enfatizó sus canciones más conocidas. ‘Luces de Neón’, ‘Planilandia’ y ‘Luciernagas’ para abrir boca y dejar al respetable anonadado.
El ecuador del concierto encadenó una serie de éxitos anclados en el subconsciente colectivo. Es el caso de ‘El Tiempo pasará’, ‘Brilla el sol’, ‘Hacerte volar’ y ‘Emborracharme’. El público se desfondó en este sprint melódico único en el mundo.
Pero no había descanso tras una hora y media de simbiosis del grupo con un público mezclado entre local y foráneo. Se contó con visitantes de todos los puntos del país. El fenómeno fan acompaña al grupo lojeño que siempre tiene unos adeptos inconmensurables.
‘El último baile’ del concierto llegó con los temas ‘Mi realidad’ y ‘Alta fidelidad’. Luciendo las camisetas del Loja CD y del Loja Femenino, el grupo regaló la última gota de fuerza entregada en la cita. Fue bárbaro el cierre con un público extenuado y anestesiado a partes iguales. Era el regalo de Lori Meyers a su tierra. Queda claro que el tiempo pasará, pero cuando decidan volver, el sol siempre brillará en Loja.