La fuerte e incesante lluvia caída en Loja el pasado viernes produjeron considerables daños en pavimentos, derrumbes de piedras y tierra, inundaciones de sótanos y zonas bajas en domicilios, así como salidas de su caúce de algunos arroyos y afluentes del Genil pero, afortunadamente, no ocasionaron males mayores y mucho menos daños a personas.
El viernes por la tarde y a raíz de evaluarse por los técnicos el riesgo que producía la crecida del Genil sobre la consistencia y estabilidad de la pasarela que posibilita el paso peatonal entre la ribera sur y la norte del río junto al puente Gran Capitán, la Policía Local procedió al corte de dicho paso desde dicho viernes hasta la tarde del sábado, cuando la bajada de nivel del afluente del Guadalquivir hizo considerar a los técnicos municipales y autoridades locales el restablecimiento del paso. Mientras tanto, las personas que tuviesen que pasar de una parte a otra del río hubo peatonalmente hubo de hacerlo por el puente Aliatar, al igual que todo el tráfico rodado, tal como viene siendo habitual desde hace ya bastantes meses por las obras de encauzamiento del Genil a la altura del viejo puente Gran Capitán.
Sin duda, en Venta de Santa Bárbara, con el antecedente de la riada de septiembre, era uno de los lugares donde peor vivían tal cantidad de precipitaciones, y aunque la confluencia de las crecidas del arroyo Neblín y del río Frio hicieron que se desbordara el cauce, ni mucho menos este episodio tuvo nada que ver con las grandes consecuencias que tuvo la riada del Neblín hace mes y medio. Riofrío fue otro de los núcleos en los que la lluvia produjo más desperfectos, con inundaciones a lo largo del curso del río y provocando el corte de alguna calle.
Así mismo, según información facilitada por la Policía Local, desprendimientos por la falda del Hacho y en otros puntos del municipio hizo necesaria la intervención de los bomberos y hubo de retirarse escombros arrastrados por las aguas en calles y carreteras, como la que va hasta el polígono de Fuente Santa. En todos los casos sin consecuencias de consideración, según explicaron fuentes municipales.
Por lo que respecta al Poniente Granadino, el Genil mostró su fuerza en Huétor Tájar y Villanueva Mesía, pues a raíz de su desbordamiento hubo de cortarse la carretera que une ambas localidades por la vega, y también produjo momentos de tensión en la propia localidad hueteña, pues el puente que salva al Genil a la entrada del pueblo se atoró con ramas y escombros arrastrados por el caudal y hubo de extraerse aquellas que más taponaban los ojos para evitar males mayores.
Concretamente, se produjo el corte de la carretera GR-4402 en Loja y desprendimientos en Montefrío, y en Huétor Tájar se desbordó un arroyo que provocó la inundación de la GR-4403.
En total, durante el fin de semana se han recogido casi 60 litros de lluvia por metro cuadrado en plena ciudad de Loja, la mayoría correspondientes al viernes, si bien esa cantidad ha podido ser ampliamente superada en otras zonas del municipio donde las precipitaciones suelen ser más cuantiosas, tal como ocurre en la Sierra de Loja y núcleos apostados en su falda, o en Ventorros de San José y puntos altos del Hacho y parajes próximos.
