Después de varias negociaciones y una continua serie de actos reivindicativos se ha conseguido un acuerdo entre la empresa privada encargada de la limpieza viaria en Loja, CESPA, los trabajadores y el Ayuntamiento como parte contratante. Finalmente, se renovará un contrato por 200.000 euros; precio invariable que ofreció desde el principio el equipo de gobierno municipal y que supone la mitad del coste en el contrato anterior. El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, ha calificado esta oferta como “sobreesfuerzo económico” para las arcas municipales, aunque actualmente se ha elaborado un “contrato menor” hasta que se realice la licitación del contrato y se redacte el pliego de condiciones que dará paso a un contrato por la duración anterior.
El acuerdo por esa cantidad incluye la disminución de la jornada laboral de los trabajadores y su consecuente reducción de los salarios. Sin embargo, esta situación permitirá una mayor eficiencia en el servicio, según informaba el equipo de gobierno, ya que habrá más turnos que incluirán trabajadores propios del Ayuntamiento y una máquina barredora aportada por la empresa. Como sistema de control del servicio se ha utilizado el río Genil como frontera, encargándose CESPA de la parte que del centro y el Ayuntamiento sería responsable de la otra orilla, de la misma forma que se encargaría también de las pedanías y se ampliará a ciertas zonas en las que el servicio era deficiente.
