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lunes, 23 de diciembre de 2024

El club “A medio camino” recorren los 30 kilómetros tradicionales de “La Ruta de los Pescaeros” en su XX edición

Muchas han sido las variantes realizadas en esta ruta desde los primeros años en los que a lo largo de tres jornadas de marcha se cubría la distancia entre Loja y Torre del Mar

De buena mañana, a eso de las 8 horas del pasado 14 de abril, se ponían en marcha los once participantes inscritos en la vigésima edición de la Ruta de los Pescaeros, organizada por el club deportivo A Medio Camino de Loja, para realizar los 30 kilómetros que se habían de cubrir en esta intensa jornada senderista por la Sierra de Loja.

Muchas han sido las variantes realizadas en esta ruta desde los primeros años en los que a lo largo de tres jornadas de marcha se cubría la distancia entre Loja y Torre del Mar. En ediciones posteriores se cambió el recorrido para centrarse en la Sierra de Loja y Llano de Zafarraya, también durante tres jornadas. Posteriores modificaciones, como su inclusión en la Campaña Municipal de Deportes, nos llevan hasta la fórmula actual de una jornada de marcha en la que se realiza la travesía de la sierra de Loja. 

Con este esquema la distancia a cubrir a lo largo de la ruta ronda los 30 kilómetros, lo que unido al tipo de terreno por el que transita, la dificultad para seguir unas sendas casi olvidadas y el fuerte descenso final convierten a la Ruta de los Pescaeros en un interesante reto para los senderistas. Pero el terreno no ofrece solamente dificultades, por otro lado recompensa a los participantes con paisajes agrestes dominados por la roca y la geología característica del karst, parajes bucólicos y enclaves alejados del ruido en los que se puede disfrutar del canto de la abubilla o del cuco, de un encuentro fortuito con algún rebaño de cabras monteses, o con la observación de alguna especie vegetal poco común. La compañía hace el resto.

Puestos a la faena el grupo comenzó el ascenso hacia la sierra por el camino del cortijo de los Salmerones, para posteriormente tomar la cañada de Cazadores -por esta zona se realiza un ascenso continuo, sin pendientes fuertes, que hace el caminar una experiencia agradable-. Unas condiciones meteorológicas buenas permitieron cubrir esta parte del camino según lo previsto.

Situados en la pista que atraviesa la sierra de norte a sur se tuvo un primer encuentro con los voluntarios de Protección Civil de Loja que cumplían las labores de logística y prevención. A partir de este punto los encuentros con los voluntarios para reponer agua y ánimos con los que combatir un calor que poco a poco se dejaba notar serían frecuentes hasta el final de la ruta. Desde la organización queremos agradecer públicamente su colaboración.

Los participantes foráneos, pertenecientes al club Prisma de Málaga y La Silleta de Padul, no dejarón de sorprenderse con la extensión y los paisajes que ofrece la sierra. Entre estos últimos destacan todos y cada uno de los charcos que salpican su geografía y cumplen la importante labor de abastecimiento del ganado que pasta en la sierra. A lo largo del recorrido se visitaron y avistaron los charcos del Nevazo Largo, del Negro, de Fuente Espino, de las Fuentes, que se mostraban llenos a rebosar y situados en el centro de prados verdes gracias a la abundante agua invernal. Todos lucían la habitual corona primaveral de ranúnculos acuáticos y ofrecían las evoluciones de los gallipatos en el comienzo de su ciclo vital o la fugaz huida de alguna pareja de sapos en plena cópula.

Visitas obligadas a la cantera en la cual se tallaron los mojones que todavía hoy delimitan las parcelas privadas de la sierra; a los neveros de los que siglos atrás se abastecía la ciudad; a Cueva Horá, y el posterior descenso por el paraje de los Pinos, completaron la jornada del pasado 14 de abril.

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