En la sesión plenaria de este mes de septiembre también se volvió a hablar -como en el pleno anterior- de los problemas de suministro de agua potable en la pedanía de Puerto Blanquillo. El asunto se debatió por una moción presentada por el PSOE. Su portavoz, Antonio García, recordó los “reiterados” cortes de agua sufridos en otras pedanías, como Fuente Camacho, La Fábrica y Riofrío, y de forma “mucho más agravada y continuada” en Venta del Rayo y Puerto Blanquillo.
Una situación que, dijo, “implica que los vecinos no puedan realizar las actividades cotidianas”, teniendo en cuenta además que “en esta zona viven muchas personas mayores que han pasado un verano complicado”.
García recordó que se había pedido a Diputación una subvención para cambiar las canalizaciones de agua, pero que finalmente no ha sido aceptada, por lo que argumentó que el Ayuntamiento tenía que tomar cartas en el asunto, pidiéndole mediante esta moción “que renueve la red de tuberías de suministro de agua de forma urgente en Puerto Blanquillo”.
En su respuesta, el alcalde Joaquín Camacho reconoció que existía un problema de abastecimiento de agua en diversas pedanías de Loja pero rechazó que su gobierno no estuviera actuando. “Se puede criticar lo que se ha hecho, pero es injusto decir que no se ha actuado en Puerto Blanquillo y otras zonas”, afirmó Camacho, quien reconoció el trabajo de responsables de Gemalsa este verano, incluso haciendo horas extras.
“Mejor o peor, pero se ha actuado”, defendió el regidor, explicando que “en estos momentos los vecinos de la parte alta tienen agua, y los de la parte baja sufren algunos cortes”. El principal problema, apuntó, es que la red “está saturada de cal, y eso hace que no llegue el agua a los hogares”. El cambio de las tuberías supondría un coste que cifró en 500.000 euros, cantidad “que no se tiene, por lo que se están haciendo otras acciones mientras se buscan subvenciones para hacerlo por fases”. Así, aseguró que se había desatrancado la red y que “en estos días se está abriendo una zanja para cambiar 400 metros de tuberías”.
De esta forma, anunció el voto en contra de su grupo porque lo que pedía la moción, “proceder a renovar la red”, ya se estaba haciendo. La propuesta se desestimó, aunque PSOE y Vox votaron a favor.
DEBATE SOBRE LOS CARGOS DE CONFIANZA
En el Pleno también se habló de los cargos de confianza del gobierno municipal. Fue en una intervención del portavoz de VOX, Jesús Lobato, quien calificó de “despilfarro” el gasto político que tiene el Consistorio lojeño. En su alocución, el edil instó al gobierno municipal a reducir este gasto “desmedido” en los siete cargos políticos, que cifró en 210.000 euros. Para Lobato, las prioridades del gobierno de Camacho eran “erróneas” porque se gasta el dinero en políticos “mientras la deuda que tiene Loja es muy elevada y los servicios básicos, como la limpieza o el agua, no están al día”.
En su réplica, el alcalde Camacho afirmó que el gasto político “real” era “muy inferior” al que pensaba Lobato. Así, explicó que el propio sueldo del alcalde, a pesar de que está en el presupuesto, “no existe” –al cobrar Camacho del Senado-, por lo que “se ahorra”. Lo mismo sucede con los emolumentos de la concejala de Gobernación, Érica Rodríguez, y el exconcejal de Urbanismo, Joaquín Ordóñez. Además, se ha ahorrado unas mensualidades de varios coordinadores, “ya que hubo un tiempo que estos puestos no estaban cubiertos”.
Camacho resumió que “el gasto político en Loja no es ni de lejos el que tienen otros ayuntamientos” y acusó al concejal de Vox de “demagogia pura y dura”, argumentando que “hace 14 años, con los anteriores gobiernos del PSOE, se gastaba mucho más”.
El concejal de Vox aprovechó para contestar en el siguiente punto del orden del día –ya que en el de Control de Actos y Acuerdos, donde habló anteriormente, no podía existir debate-, dejando una propuesta para conseguir una reducción “drástica” del gasto político. Cifró el ahorro en 340.000 euros anuales, que se conseguiría –entre otras cosas- reduciendo un 50% las asignaciones de los concejales por asistencia a plenos, junta de gobierno local y comisiones informativas, un 75% las asignaciones a los grupos políticos o un 35% de las retribuciones de los concejales y personal de confianza.
El alcalde le reprochó que “no tuviera nada que decir sobre las pedanías”, porque ese era el asunto que se estaba tratando, pero que se estudiaría su propuesta.
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