Soluciones reales y respeto

Acaba un verano cargado de actividades que han llenado de música, teatro y danza las calles y plazas de nuestra ciudad con el tradicional Estío. Este programa ha servido de antesala para la tan esperada Feria Grande. La última semana de agosto es tiempo de reencuentro festivo con familiares y amigos. En esta edición cabe destacar los diez días de actividades ininterrumpidas que se han vivido al contar con unas fechas que no coincidían con una semana como tal. La programación ha contado con propuestas dedicadas a todos los miembros de la familia. Todo comenzó con una gran participación de la tradicional Cena Homenaje a nuestros Mayores. También es de reseñar las tres jornadas de Feria de Día, que se ha visto modificada en cuanto a ubicación y que, como cada año, es uno de los platos fuertes de la programación, contando con la participación incansable de asociaciones, Hermandades y clubes. El centro histórico se llenó de público desde la Plaza de la Constitución hasta el final de Carrera San Agustín, siendo un escenario de diversión y buen ambiente.
Y una vez recompuestos de la estación estival, que tanto batiburrillo nos produce en nuestras vidas, buscamos la rutina y el orden que nos marca el mes de septiembre, y eso, precisamente, es lo que necesitamos los políticos lojeños, orden pero sobre todo respeto. Ser concejal de la ciudad que amas es un privilegio que hemos tenido la suerte de adquirir, tanto en el gobierno como en la oposición, y por ello no deberíamos olvidar ese valor tan importante que la política requiere. Cuando trabajamos por nuestra ciudad, que es lo que de verdad importa, los principales cometidos de todos los representares que nos sentamos en el pleno, deben ser los mismos: la ambición por la mejora, puesta en valor y crecimiento de la ciudad, llevar a cabo y trabajar sin descanso con los grandes proyectos y sobre todo respetarnos como personas y compañeros que somos.
El trabajo de la oposición, por supuesto, debe ser supervisar el trabajo de este equipo de gobierno, fiscalizar la gestión y proponer alternativas pero sin nunca olvidar las buenas artes. Desde el equipo de gobierno siempre buscamos lo mejor para Loja e intentamos solucionar con propuestas realistas los problemas del municipio. Priorizar el barrizal político a las propuestas y soluciones, es un error que repercute en el hastío y la desesperanza de los ciudadanos hacía nosotros, sus representantes. La desconfianza en los políticos se produce por este tipo de clima irrespirable que mantenemos en el tiempo. Estamos a poco más de un año del inicio de la legislatura, mejor no pensar en lo que nos espera en los últimos momentos de la misma. Podemos, y tenemos muchas diferencias, pero todos debemos de anteponer el bienestar general a nuestros intereses personales o partidistas. Todos estamos de paso en política y únicamente queremos aportar nuestro grano de arena a nuestra tierra.
No deberíamos debatir los temas fuera de contexto, intentado buscar los ataques, en ocasiones, personales. Es muy aburrido para nuestros vecinos vernos “pelear” en temas que a nadie les interesa, debemos centrarnos en aportar y debatir lo verdaderamente importante. Aquí no todo vale y por eso es tan valioso el respeto y la no confrontación constante entre los gobernantes.
Por todo esto, aprovecho estas líneas para pedir coherencia, aportación y más amor por Loja.