El pasado domingo 27 de octubre el barrio Alto de Loja se vistió de gala para acoger la celebración de las dos actividades cofrades previstas por el programa de Onda Loja Radio ‘Loja Cofrade’ y que los lojeños vivieron muy intensamente.
Los más pequeños fueron los protagonistas de una procesión infantil por las calles del señero barrio lojeño. Se pudieron ver todos los personajes típicos de la Semana Santa lojeña, desde horquilleros, tambores hasta incensarios. La ilusión y la alegría se reflejaban en las caras de estos niños y niñas, que honraron a una imagen del Sagrado Corazón de Jesús de pequeñas dimensiones.
Uno de los momentos más emocionantes se vivió en la cuesta Vicarias, en la que los pequeños horquilleros se portaron como auténticos campeones y subieron la imagen corriendo al son frenético de los tambores. Un momento que fue presenciado y aplaudido por cientos de personas. Tras casi dos horas de recorrido, esta procesión a pequeña escala se encerró en la casa hermandad del Santísimo Cristo de los Favores.
Pocos minutos después, la música cofrade fue la protagonista. A las 13 horas se celebró un pasacalles de las bandas participantes en el II Certamen de Bandas ‘Loja Cofrade’ que discurrió desde la plaza de la Constitución hasta la plaza de Santa Catalina y que fue congregando a multitud de personas a su paso. Fue sólo un aperitivo: el plato fuerte vino después con el certamen propiamente dicho, que comenzó pasadas las 2 de la tarde. En la plaza se agolpaban cientos de lojeños deseosos de disfrutar de los sonidos más cofrades en un domingo espectacular en cuanto a lo meteorológico.
El certamen duró algo más de tres horas con el constante acompañamiento de los aficionados. Las bandas que participaron este año fueron la agrupación musical Hermana Teresa de la pedanía lojeña de Ventorros de San José, la Asociación Banda de Música de Loja, la agrupación musical Jesús Cautivo de Granada y la banda de cornetas y tambores Flor entre Espinas de Loja.
Entre actuación y actuación, y para aliviar la sed y el hambre, los miembros de la hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad fueron los encargados de servir comida y bebidas muy frías a precios populares en una barra instalada en la plaza.