Hace escasos meses que comenzó a funcionar la nueva área de Servicios y Mantenimiento del Ayuntamiento de Loja, que dirige la edil Hilaria Muñoz. Con nuevas funciones y nuevas formas de trabajo, esta concejalía tiene como filosofía un uso eficaz y eficiente tanto de los recursos humanos como materiales de los que se dispone. Todo ello con el objetivo de conseguir “un ahorro de costes y la máxima optimización de recursos”, explicó Muñoz.
Unos recursos que hoy día son “escasos y limitados”. Por un lado, el Ayuntamiento no puede cubrir las bajas del personal al estar prohibido por un decreto del Gobierno Central. La plantilla de electricistas tiene a un trabajador de baja. Sus otros cuatro compañeros cubren también el servicio de guardias 24 horas que antes realizaba una empresa externa. La mitad de los herreros está también de baja por enfermedad, al igual que uno de los oficiales de albañilería.
Por otro lado, la maquinaria con la que se cuenta está muy obsoleta. “En los últimos dos años y medio se han dado de baja para la chatarra dos vehículos al que se le une otro que robaron de Gemalsa. El resto de coches, maquinaria y camiones son de gran antigüedad y están continuamente en taller por averías”, explicó Muñoz.
La concejal destacó además la idea del Ayuntamiento de municipalizar algunos servicios que se venían prestando por empresas privadas. “Con ello se ahorra dinero y también se hace menos daño a los proveedores, ya que antes se tardaba demasiado tiempo en pagar los servicios o bienes prestados al Ayuntamiento”.
Uno de los servicios que ha incorporado esta nueva área de Mantenimiento ha sido el de la limpieza viaria del municipio, que según la concejal, ha mejorado. “Cuando hace un año se decidió recuperar en parte el servicio y hacerlo con trabajadores municipales se predijo que la limpieza viaria de la ciudad se resentiría con esta medida. Un año después, lejos de ser así, podemos observar que algunas zonas de nuestra ciudad que no se venían limpiando con asiduidad ahora se barren a diario”, defendió la edil, en referencia al barrio de San Francisco, el entorno del Centro de Salud o las pedanías que, como Riofrío, “han obtenido una gran mejora de este servicio”.
Otra de las cosas que antes se realizaba de forma externa era la restauración del mobiliario urbano. “Ahora lo están haciendo los carpinteros y herreros municipales, que también se encargan de las papeleras”. Además, el propio personal del cementerio se encarga de fabricar las tapas de los nichos que antes se compraban a una empresa.
Hilaria Muñoz agradeció el apoyo y colaboración de los trabajadores municipales “que salvo raras excepciones están muy concienciados de la situación e implicados en sus tareas”, aseguró la edil, para quien “algunas medidas de ahorro, aunque sea a pequeña escala, son de los propios trabajadores”.
