Los lojeños celebrarán mañana 25 de abril una de las grandes citas festivas del municipio: San Marcos. Grandes grupos de familiares y amigos saldrán de la ciudad en busca de cualquier paraje campestre, junto a los manantiales y arroyos, para pasar un buen día. Entre risas, juegos y alegría, se degustarán algunos productos típicos de la época como son las primeras habas, los caracoles picantes o los bollos con pasas. No puede faltar el tradicional hornazo, hecho con la misma masa del bollo de aceite y de formas variadas, con el aditamento de los huevos cruzados por encima con tiras de la misma masa.
Según dice la tradición, para quedar libre de toda tentación maliciosa y pasar un buen día lo primero que hay que hacer al llegar al lugar elegido es “atar al Diablo”, haciendo un nudo con varias ramas de algún matorral. Al día siguiente, San Marquillos, se ha de volver al lugar, en este caso para “desatar al diablo”.
Los antecedentes históricos de esta fiesta se encuentran en la cofradía de la Ánimas del Purgatorio con sede en el convento de San Francisco de Asís, que la instituyó como fiesta propia en un cabildo. Después, se hizo día de precepto por una Real Orden de Felipe V, en recuerdo de la victoriosa batalla de Almansa.
Según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología, mañana no se cumplirá aquello de que “San Marcos es el rey de los charcos”, ya que la jornada será soleada, con probabilidad nula de que llueva. En cambio, las temperaturas no serán muy altas. Se espera una máxima de 19 grados y una mínima de 8.