Loja despedía ayer domingo su Feria Grande después de cinco intensos días llenos de fiesta y diversión y numerosas actividades que han nutrido un programa que se cerraba con el desfile procesional de la Patrona de la Ciudad, la Virgen de la Caridad y el espectáculo pirotécnico fin de fiestas, ya de madrugada.
Pese al calor de estos días, miles de lojeños y numerosos visitantes se han echado a la calle para disfrutar de su feria tanto durante el día como por la noche. Numerosas actividades han nutrido también un programa con propuestas para niños, jóvenes y mayores, que arrancaban el miércoles 27 con el pregón oficial de Feria, que este año ha correspondido a María Flor González. Integrante del Coro Rociero ‘Ajoblanco’ y de una de las conocidas comparsas de la localidad, la de ‘Las Niñas’, la lojeña derrochaba arte, sentimiento, pasión y poderío en un pregón marcado por la música como gran protagonista. No hay duda y todos coincidían en señalar que la Feria de Loja no había podido tener mejor comienzo.
A partir de ahí se daba el pistoletazo de salida a cinco días en los que no han sido pocos los que han sido capaces de enlazar la feria de día con la de la noche. Y es que el recinto ferial no cerraba, de tal forma que enlazaba una y otra. De todas formas, ha sido en el centro histórico donde el día se ha vuelto a vivir con una gran intensidad. Los lojeños a la hora de disfrutar de las horas diurnas han vuelto a decantarse por el casco antiguo, donde han tenido tres días, siendo especialmente el viernes, día festivo local, el que congregaba más público. Todas las barras y casetas se veían absolutamente tomadas por un público que apuraba hasta la hora del cierre, que en esta zona se producía a las 7 de la tarde. El sábado también hubo un gran ambiente, aunque no llegó al desborde del día anterior, en el que era casi imposible moverse por la zona.
A destacar las actuaciones que durante los tres días se han celebrado en la plaza del Pósito y que, pese al calor en esas horas centrales del día, se han visto acompañadas de un público entregado a los distintos grupos musicales que han pasado por el escenario.
El recinto ferial disfrutaba todavía de un día más de fiesta diurna, hasta el mismo domingo. Un lugar en el que la feria tradicional de atracciones y columpios se ha llenado de alegría e ilusión con la presencia de los más pequeños de la casa, que han tenido ahí su principal escenario de diversión. No hay que olvidar tampoco las casetas tradicionales o las dedicadas a la juventud, así como la municipal, en la que ha habido conciertos y actuaciones gratuitas todas las noches, que se remataban con la actuación del conocido Sergio Contreras, uno de los ídolos de los adolescentes.
Junto a ello un programa en el que ha habido espectáculos para los mayores, como el tradicional certamen de coros o el concurso de trovos, un arte este de la poesía improvisada que contaba también con la participación de las jóvenes niñas que integran la escuela de Loja y en la que destacaba la curiosa mezcla con el rapero de la localidad Samuel Fernández ‘El Notha’.
Otro de los escenarios a destacar ha sido el de la plaza de toros, que ha contado con tres contenidos distintos durante estos días. El primero era el habitual espectáculo ecuestre, que ofrecía distintas exhibiciones de caballos, desde la doma pasando por los lucidos enganches y este año con un homenaje al lojeño Juan Puerto, una de las personas que más ha trabajado desde hace años por este mundo de los caballos.
También la plaza de toros ha sido el escenario de una adaptación del conocido concurso de televisión ‘Gran Prix’, en el que ocho equipos competían en las distintas pruebas que se habían preparado para levantar las risas del público asistente.
Pero, sin duda, el gran día en este recinto era el festival taurino mixto que, después de que en los dos últimos años Loja no hubiera podido disfrutar de una corrida de toros, se vivía con gran ilusión y entusiasmo y con mucha expectación ante la posibilidad de ver la presentación ante sus paisanos del rejoneador lojeño José Velasco. El joven, en una memorable actuación, salía en hombros y por la puerta grande ante la admiración y ovación de sus vecinos y los numerosos aficionados llegados desde otras localidades y que llenaban hasta arriba la plaza de toros instalada para la ocasión.