Científicos de la Universidad de Granada y del Hospital de Alta Resolución de Loja han demostrado que los pacientes asmáticos que padecen xerostomía (sensación de boca seca) tienen un peor control de su enfermedad. Además, el hecho de que un paciente padezca xerostomía grave podría ser una información muy útil para el neumólogo a la hora de establecer el control de la enfermedad.
La xerostomía es una sensación subjetiva de sequedad de la boca debida al mal funcionamiento de las glándulas salivales. Afecta al 50% de las personas mayores de 60 años y puede llegar a más del 90% en pacientes hospitalizados. Se trata de un síntoma que presentan muchos pacientes con diversas afecciones y da lugar a molestias y efectos importantes sobre la calidad de vida y la salud bucal.
Por su parte, los Corticoides Inhalados (CI) son la base del tratamiento de los pacientes con asma bronquial y se aplican mediante dispositivos de inhalación a través de la cavidad oral. Actualmente, los CIs que se emplean en el tratamiento del asma tienen baja biodisponibilidad, es decir, ejercen su efecto a nivel local, y pasan en muy pequeña proporción a la circulación general, por lo que los efectos sistémicos son mínimos. El efecto de los CIs a nivel local, en especial sobre la mucosa oral, ha sido muy poco estudiado hasta la fecha.
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores granadinos analizaron a un total de 57 pacientes con asma y otros 17 sanos que actuaron como grupo de control. Comprobaron así que la prevalencia de xerostomía fue alta en el grupo de pacientes asmáticos. ‘Nuestros datos indican que los tratamientos con dosis altas de CIs provocan una disminución de una proteína salival MUC5B, que tiene un efecto protector sobre la mucosa oral’, explica el investigador Pedro José Romero Palacios.