La Peña Cultural Flamenca Alcazaba presenta este sábado 23 de mayo, a partir de las 21:30 horas, el libro “La tragedia del hospicio”, del que es autor Miguel Ruiz de Almodovar, abogado, escritor, investigador histórico y director del Archivo Museo de Órgiva.
Se trata de una publicación en la que se relata l muerte por intoxicación con sales de talio de 14 niños del departamento de huérfanos del Hospicio Provincial de Granada, hace ahora más de 85 años. Un episodio trágico y escabroso, que representa una de las páginas más negras de la historia de la medicina en Granada.
Según relata elpropio autor, “por entonces, y para el que no lo sepa, el Hospicio, estaba ubicado en el Hospital Real, sede actual del Rectorado de la Universidad; razón por la cual su calle sigue llamándose Avenida o cuesta del Hospicio. También y para mejor situarnos conviene destacar el momento histórico en que tiene lugar este luctuoso suceso, mediados de febrero de 1930, cuando se vivían los últimos coletazos de la Dictadura de Primo de Rivera, coincidentes por tanto con los aires aperturista de la llamada “dictablanda” del general Dámaso Berenguer, verdadera transición política hacia la segunda República, surgida apenas un año después. Pertenecía el Hospicio a la Beneficencia Pública de la Diputación Provincial de Granada, entonces presidida por Francisco Martínez Lumbreras, y albergaba en su interior a la gente más pobre y necesitada de la provincia: niños, dementes, huérfanos, enfermos y ancianos.
Comienza nuestra historia a primeros del año de 1930, cuando los médicos responsables de la Institución decidieron probar un nuevo tratamiento contra la tiña del cuero cabelludo, verdadera epidemia que asolaba el establecimiento desde hacía dos años y que había hecho infructuosas todas las medidas tomadas para combatirla. Para ello pensaron en una nueva terapia a base de sales de talio, un medicamento poco conocido que se había aplicado en otros sitios, que producía alopecia reversible. Un producto descubierto hacía más de 60 años, y que si bien era conocida su peligrosidad, también era cierto que había demostrado su eficacia absoluta, siempre, lógicamente, que se aplicara de forma correcta. A tal efecto, decidieron seleccionar a 16 niños del departamento de huérfanos del asilo, de edades comprendidas entre 7 y 15 años todos ellos varones, a los cuales tras pesarlos, les fueron suministrando el producto por vía oral. Casi inmediatamente los niños empezaron a sentirse mal y a morir uno tras otro en los quince días siguientes, salvándose al cabo de dos meses de verdadera agonía y sufrimiento, tan sólo dos ellos”.
Se da la circunstancia de que uno de esos menores era lojeño: Antonio Gómez Gálvez.
La entrada es totalmente libre y gratuita para cuantas personas deseen asistir, hasta completar aforo y esta actividad se incluye en la programación cultural de este colectivo lojeño, con la colaboración del propio autor.