La Hermandad de Santa Marcela, la ‘Verónica’ lojeña, celebró el pasado sábado su 75 aniversario con una procesión extraordinaria por buena parte del centro histórico y del barrio Alto. La cofradía concluyó así, de la mejor manera posible, varios días de actos conmemorativos de los 75 años de la realización y bendición de la Imagen, obra de Manuel Garnelo fechada en 1940.
Fue un desfile procesional solemne y elegante, que regaló momentos muy especiales y dejó varias estampas inéditas. Así, la Santa lojeña lució espléndida en su trono, pero esta vez sin palio. Estaba vestida con rostrillo a tablas, saya beige con bordados en oro y manto negro. Para iluminar su caminar, en cada una de las esquinas del trono lucían unos candelabros de tulipas que había cedido para la ocasión la hermandad de la Virgen de la Caridad, patrona de la ciudad. También estrenaba un nuevo paño con el rostro de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realizado por José Antonio Jiménez Muñoz y donado por la Venerable Hermandad.
Por primera vez, Santa Marcela estuvo acompañada musicalmente con los sones de la banda lojeña Flor Entre Espinas, lo que permitió ver una imagen distinta de la Imagen acompañada de diferentes marchas procesionales.
Al filo de la 1 de la madrugada, la Verónica lojeña se encerró de nuevo en la ermita de Jesús Nazareno, poniendo fin a unos actos conmemorativos que quedarán en el recuerdo de los lojeños y en la historia de la hermandad.