¿Cómo vive el alcalde de Loja la feria de su pueblo?
Para cualquier lojeño, que llegue la Feria Grande de agosto es un momento de alegría. Yo la vivo como cualquier vecino de Loja, en compañía de mi familia y de mis amigos, y por supuesto intensamente, disfrutando de las muchas actividades programadas. A esto, hay que unirle que desde hace cuatro años la vivo desde la responsabilidad que entraña el cargo que ocupo, estando muy pendiente, en coordinación con los concejales de mi equipo de gobierno, de el buen desarrollo de cada actividad. Por lo tanto, se puede decir, que la feria del alcalde es en lo personal como la de cualquier vecino, con un plus de responsabilidad.
¿Cuál es para usted el momento más importante?
Sin duda, el momento mas emotivo de nuestra Feria Grande, tradicionalmente, es el homenaje a nuestros mayores. Este es un momento que congrega a más de mil personas mayores de nuestra ciudad, entre las que se encuentran muchos lojeños que por su situación económica, tuvieron que emigrar a tierras lejanas y que retornan año a año, aprovechando este homenaje que sirve como arranque de la Feria Grande de Loja. Este homenaje, para mí, es un acto merecido para todos nuestros mayores, sin los cuales, hoy, no seríamos lo que somos.
¿Qué recuerdos de su niñez tiene sobre la feria?
Recuerdo bajar al antiguo ferial, con el puente Gran Capitán lleno de guirnaldas de punta a punta, la llegada al ferial oliendo a algodón de azúcar y el ir directamente a la zona de los columpios donde, junto con mi hermano, nos montábamos en muchos de ellos. El que más me gustaba era el tiovivo. Al terminar la zona de columpios, dábamos una vuelta por las casetas con mis padres y comprábamos turrón. Lo recuerdo como momentos de gran felicidad que siempre estarán en mi memoria.
De pequeño, ¿llegó usted a imaginar que sería alcalde de Loja?
De pequeño mi gran vocación siempre fue ser maestro, pero no le discuto que también siempre me apasionó el mundo de la política. Recuerdo una tarde del mes de mayo de 1995 estaba jugando en la plaza Arriba con mi hermano y mis amigos cuando pasó por la calle un coche anunciando el mitin que iba a dar Manuel Torres, que era candidato a la alcaldía de Loja por el Partido Popular. Convencí a mis padres de asistir a dicho mitin que se produjo en el barrio Alto. Desde ese momento quise ser alcalde de Loja y tuve como modelo a esa gran persona que ejerció la alcaldía durante cuatro años.
¿Qué valores debe tener un buen alcalde?
Debe tener los mismos valores que cualquier persona que ocupe cualquier puesto de responsabilidad. En primer lugar, debe ser buena persona, que tenga como pilares esenciales en su actuación diaria la honradez, la humildad, la transparencia y la cercanía a sus vecinos y a los problemas de ellos. Siempre lo he dicho, que un alcalde es un vecino más del pueblo, pero que ocupa la máxima responsabilidad en su ayuntamiento.
El alcalde siempre está en la punta de lanza de la ciudadanía, ¿cree que la gente comprende la dificultad que conlleva coordinar toda la actividad del pueblo?
Siendo verdad esa afirmación, tengo que decir que mi experiencia en estos cuatro duros años de gobierno demuestra que la mayoría de los vecinos de Loja comprenden la situación y comprenden las decisiones que se deben tomar en cada momento. La responsabilidad del alcalde debe ser la de explicar todos los asuntos, no ocultando ninguna información, diciendo siempre la verdad y escuchando a los ciudadanos. Siguiendo estas líneas, la mayoría de mis vecinos han sido y son comprensivos con nuestra labor.
¿Cómo lleva las críticas?
Pienso que cuando las críticas son constructivas, siempre deben ser escuchadas y procuro hacerlo. También es cierto que existen críticas que lo único que persiguen es atacar y nunca construir. Por ello, y pensando que la mayor parte de las críticas de los lojeños son constructivas, nuestra forma de hacer política es escuchándolas y aprendiendo de ellas, corrigiendo aquellos errores que se cometen para mejorar la acción pública.
En todos estos años que lleva gobernando, ¿cuál ha sido el momento más agradable?
Estos cuatro años que hemos gobernado el Ayuntamiento de Loja, como ya nos habrán escuchado en alguna ocasión, han sido muy duros y hemos tenido que vivir situaciones muy difíciles. Pero también es cierto que las situaciones agradables se han vivido de manera especialmente gozosa. Entre los mejores momentos y que sin duda me siento mas orgulloso ha sido el ver que los usuarios de los diferentes programas de servicios sociales, a pesar de las dificultades y de los recortes en muchas áreas, han seguido recibiendo atención por parte de su ayuntamiento. Estas decisiones más humanas que políticas son las que hacen que merezca la pena estar en política, trabajando por los demás.
¿Y el peor momento?
Sin duda, de los peores momentos que he vivido en estos años ha sido cuando he atendido a personas que no tienen empleo y a los que no se les puede solucionar su problema en el corto plazo. Siempre recordaré la cita que tuve con una mujer de unos 80 años, la cual no venía a pedir para ella, sino para su hijo que llevaba en paro cuatro años, sin ingresos y que esa situación le estaba generando una depresión. Los ojos de aquella anciana se llenaron de lágrimas exponiendo la grave situación de su hijo y de su familia. En ese momento, le puse rostro a la crisis de la que tanto se habla.
¿Qué hace en su tiempo libre?
La verdad es que las obligaciones del cargo de alcalde de Loja me dejan poco tiempo libre. Siempre digo que en estos cuatro años no he tenido vacaciones como tales, pero si es verdad que el poco tiempo que me queda quiero dedicárselo a los que más padecen la responsabilidad de un político, que son la familia y los amigos.
¿Qué música suele escuchar?
Me gusta principalmente la música pop en español, que logra que desconecte y me relaje.
¿Qué libro está leyendo ahora?
Actualmente estoy leyendo una biografía de Adolfo Suárez. Para mí, uno de los personajes históricos más relevantes de la historia reciente de nuestro país. Fue gran impulsor de la democracia y, sin duda, en estos tiempos convulsos, desde el punto de vista político, económico y social, debe ser ejemplo a seguir para los dirigentes públicos.
Un lugar para perderse en Loja…
Uno de los lugares más desconocidos para los lojeños y que constituye uno de nuestros grandes tesoros paisajísticos es la Sierra Gorda de Loja, lugar donde se pueden realizar numerosas actividades, como el vuelo libre, actividades de aventura, con la recién estrenada Vía Ferrata o, simplemente, disfrutando de un paseo por nuestra sierra.
¿Cómo invitaría a los lojeños a que disfruten de su feria?
Invito a todos los lojeños a que disfruten de nuestra feria grande, participando de todas las actividades programadas, las cuales, dan respuesta a los gustos e intereses de personas de diversa edad y con distintas inquietudes y por supuesto, invitar a todos los visitantes a conocer nuestra Feria Grande de agosto, recalcando la festividad, buen ambiente y alegría que hay en el centro histórico durante la feria de día. La Feria está hecha para vosotros y os animo a que lo disfrutéis.