Unas mil personas disfrutaron el pasado 24 de octubre del espectáculo taurino que protagonizaron el rejoneador lojeño José Velasco y el albaceteño Juan José López, con motivo de la VIII Feria de Ganado y I Feria Agroganadera Ecológica de Loja.
La plaza de toros estuvo instalada en las inmediaciones del recinto ferial donde se exponían las cabezas de ganado, maquinaria y se celebraban las jornadas técnicas de esta cita y hasta ella se trasladaron aficionados a los toros no sólo de Loja, sino de buena parte del Poniente Granadino e incluso de otras localidades de provincias cercanas.
El festejo taurino se programó a raíz de la suspensión del que iba a celebrarse en la Feria Grande, que hubo de posponerse por sufrir el rejoneador lojeño un accidente que le imposibilitaba torear. Así pues, todos los seguidores del que es primer espada a caballo de Loja vieron con alegría su programación en este evento ganadero.
Según las crónicas de la corrida, el lojeño ofreció una buena tarde de toros, cosechando los correspondiente trofeos, con dos orejas y el rabo en el primer y el segundo de sus novillos, si bien el que dio paso a su presentación le permitió más juego y lucimiento. En ambos casos se puso de relieve su espléndida faena en el mano a mano sobre el caballo y la evolución que viene desarrollando desde que se presentara por primera vez al público en el año 2013. Los toros que salieron días atrás al coso lojeño eran de las ganaderías de Peralta y Castilblanco.
Ya en 2014, con motivo de la Feria Grande fraguó una magnífica tarde en el ruedo de Loja. En sus dos novillos obtuvo las dos orejas y el rabo. El rejoneador entusiasmó a sus paisanos en sus dos actuaciones y fue el responsable más directo del lleno en la plaza de toros. Estuvo muy torero y con una buena monta y doma de sus caballos, todo lo que realizo siempre lo hizo por derecho con ganas e ilusión.
Una consecución que ha vuelto a revalidar en el espectáculo otoñal de este año, con idénticos resultados.
José Velasco proviene de una familia muy aficionada al mundo del caballo, montando desde muy pequeño, aunque sin ninguna tradición torera en su seno. En la escuela de rejoneo de Ricardo Murillo, en Zafra (Badajoz) ha perfeccionado sus técnicas ecuestres y se ha introducido a fondo en el mundo del toreo a caballo.