Antonio Campos niega tener intereses en los terrenos anexos a las vías del AVE

Antonio Campos, presidente de los empresarios lojeños, ha negado tener intereses en los terrenos anexos a la zona donde estaba proyectada la estación del AVE si la línea de Alta Velocidad se construyera por el sur de la ciudad. Con certificados de la Secretaría del Ayuntamiento de Loja, ha demostrado que la parcela de la ‘Dehesa de las Noventa’, en el cruce de la Venta del Rayo, sigue siendo rústica a día de hoy, doce años después de que se produjera su cesión al consistorio lojeño para ampliar la oferta de suelo industrial de la ciudad. “Por ello, no puedo beneficiarme de que la estación del AVE estuviera allí y de que el ferrocarril pasara por el lugar, porque se trata de suelo no urbanizable, rústico a todos los efectos”, declara. 

Campos sale así al paso de las declaraciones vertidas en la televisión local por el alcalde de Loja. Según el empresario, Joaquín Camacho insinuaba que podría verse beneficiado al cambiar el uso del suelo de rústico a urbano, aumentando así su valor de cara a las expropiaciones que tendrían que ejecutarse. 

Antonio Campos recuerda que en junio de 2001, él junto a otros socios firmaron con el Ayuntamiento de Loja un convenio por el que cedían el 12% de los terrenos  para que tuvieran un aprovechamiento industrial. “Era un 20% más de lo que establece la normativa. Además, se eximía al Consistorio de pagar los gastos de urbanización, que corrían a cargo de los empresarios”, explica Campos, quien añade que “fue  una medida generosa que pensamos sería beneficiosa para el pueblo”. 

50.000 de los 460.000 metros cuadrados de los terrenos fueron vendidos al Ayuntamiento cuatro más tarde, en 2005, para construir en ellos el Centro de Transportes de Mercancías (CTM), que finalmente no vio la luz. Son, según recalca Campos, “los únicos terrenos urbanizables que hay en la zona”. 

En respuesta a las declaraciones de Joaquín Camacho, Campos entregó un escrito al Ayuntamiento en el que le llamaba “embustero” y le acusaba de “ocultar información para reforzar sus mentiras”. Además, comunicaba la petición de varios certificados –los que mostró ante la prensa- “para que sea el propio Ayuntamiento el que certifique las mentiras y falsedades que se dijeron en la entrevista”. A día de hoy no ha recibido contestación “ni una disculpa”, lamenta Campos.

Por su parte, Camacho se defiende argumentando que él no había mencionado “directamente” al empresario en sus declaraciones y que si se ha dado por aludido “por algo será”. El regidor asegura que sólo mostró “un convenio firmado en su día” y rechaza entrar en “descalificaciones personales”.