El Ayuntamiento de Loja, a través de las áreas de Cultura y Urbanismo, ha iniciado este lunes los trabajos de excavación arqueológica en el monumento de Fuente Santa. Se están realizando bajo la dirección del arqueólogo Roque Modegro, a través del equipo técnico-científico del Laboratorio de Arqueología Biocultural (MEMOLab) de la Universidad de Granada.
Según explica el Área de Cultura en una nota, esta intervención “sirve de apoyo a la posterior redacción del proyecto de restauración, dilucidando el potencial arqueológico del subsuelo, el estado de conservación de las cimentaciones, la dinámica de circulación de aguas entre las distintas bañeras del complejo balneario y la profundidad y naturaleza de los suelos que perimetraban el monumento”.
Los trabajos, que son posibles una vez obtenida la preceptiva autorización de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, tienen previsto durar toda la segunda quincena de septiembre.
El equipo de arqueólogos se marca cuatro objetivos principales, según especifica Cultura. Por un lado, “sondear el potencial arqueológico de la parcela adquirida por el Ayuntamiento de Loja, especialmente en el sector este, que en superficie presenta restos de material de construcción de época tardorromana”´. Además, se tratará de identificar los distintos niveles de suelo en la fachada a norte de la fuente, “especialmente en el momento de construcción de las estructuras balnearias adosadas a la misma en el siglo XVIII, para decidir sobre el que debe ser el nivel de suelo del monumento después de su restauración”.
Por otro lado, se excavará para acceder a la cimentación del frontispicio monumental manierista de la fuente (siglo XVI) “para evaluar la incidencia del agua en su base a lo largo de sus cinco siglos de existencia”. Y, por último, se tratará de identificar el proceso de circulación del agua en el conjunto hidráulico monumental “particularmente entre el vaso de la fuente renacentista, los baños del complejo balneario del siglo XVIII y la acequia que distribuye el agua por las huertas anexas, para que la restauración devuelva al monumento su dinámica de circulación de aguas original”.
La dirección facultativa de los trabajos deberá entregar su informe de diagnóstico arqueológico a final de septiembre, para que el arquitecto lojeño Raúl Astorga, en base a esa información y en contacto permanente con los técnicos municipales, pueda redactar el proyecto de restauración y puesta en valor de la fuente y su entorno, que deberá presentar a finales de diciembre.
El coste de la intervención arqueológica está valorado en unos 14.700 euros y constituye “un paso esencial en el proceso de toma de decisiones previo a la redacción del proyecto de restauración, cuyo presupuesto asciende a un total de 9.680 euros”, según explica el Área de Cultura.