En representación de Convocatoria por Loja, Antonio Ramón Molina definió la decisión del Ministerio de Fomento de “barbaridad”. CpL entiende que la adaptación de la vía actual en lugar de establecer un nuevo trazado en la ladera del monte Hacho, impediría conectarnos con el Corredor Mediterráneo de Mercancías. Molina señaló la importancia de que, a parte de contar con el tren de alta velocidad y la posibilidad del tráfico de mercancías, se mantenga el servicio de cercanías, ya que este servicio favorece a los viajeros con menor poder adquisitivo. Desde un punto de vista económico, añadió que este proyecto no se puede amortizar únicamente con los pasajeros que usen el AVE, con lo que justificaría tener en cuenta las dos necesidades anteriores.
Por estos motivos, Antonio Ramón Molina expuso que en este proyecto “no ha habído perspectiva de futuro”, ya que tras doce años y varios cambios en el trazado, aún no se han solucionado estos problemas, en los que incluyó el riesgo de perder varios acuíferos pertenecientes al municipio como ha ocurrido en otros puntos de la geografía española.
Por otra parte, quiso destacar que esta vía atraviesa un núcleo urbano y que además requiere que se realice una disminución en la velocidad, lo que puede implicar un aumento del riesgo en seguridad, recordándo el reciente desastre acontecido en Santiago de Compostela. También añadió que las infraestructuras del AVe requieren una doble vía.
CpL explicó que es mejor “no tener prisa” y mejorar el proyecto para solventar estos problemas, para los que se han realizado múltiples estudios, afirmando que “este no es el modelo de desarrollo queremos”. De esta forma señaló la importancia de debatir las posibilidades que beneficien a todos los lojeños y granadinos antes de construir una infraestructura precipitada e inviable que señaló como “averración”.