Dar vida al corazón del centro histórico de Loja. Ese es el objetivo que se ha propuesto el Ayuntamiento con la rehabilitación del Mercado de Abastos. Ya se conoce los detalles de un proyecto encargado al estudio local de arquitectura ‘Taller 32’. Una idea dada a conocer a los comerciantes de la zona en pasados días y que busca no solo dotar de utilidad al propio edificio sino acometer la reurbanización de su entorno.
El proyecto, que se va a presentar para optar a diferentes subvenciones, se centra en la actuación en el Mercado de Abastos, Calle Las Tiendas y Plaza Joaquín Costa. En definitiva, se busca la rehabilitación del edificio y la reurbanización de su entorno. El estudio recuerda como el Mercado se crea en un espacio que en el siglo XVI acogía la antigua Plaza del Matadero y en la que no fue hasta 1942 cuando se crea una primera edificación de mampostería. El mercado más parecido al actual se observa en el 1972, sufriendo una modificación en el 1992 al albergar las dependencias del Ayuntamiento por obras en el Palacio de Narváez. Allí se mantienen hasta hoy la radio y la biblioteca municipal.
La descripción constructiva del mismo destaca que se compone de una estructura metálica apoyada en sobre muros de sótano. En la actualidad cuenta con 17 puestos de venta, de los cuales poco más de 4 están en uso, además de la zona de aparcamientos y la segunda planta con la biblioteca y los medios de comunicación. El estado de conservación atestigua la aparición de humedades y unas instalaciones de servicios muy reducidas.
El edificio se valora por su entorno, rodeado de emblemas históricos como la Ermita de Caridad, El Pósito o el Palacio de Narváez. Es por ello que el proyecto habla de la semipeatonalización de la Calle de las Tiendas y la creación de recorridos peatonales. Se retirarían los 8 aparcamientos que actualmente hay en este vial por lo que se propone solares aledaños privados para contar con un parking. También se favorece el paso del peatón con aceras más anchas y enlace de zonas cono la calle Caridad con el portal o entrada del CIC El Pósito. La continuidad de la Calle Zacatín también es un vial a potenciar desde el punto de vista peatonal.
Concretamente en el entorno hay seis acciones. La primera propuesta es la creación de una escalinata y zona verde en el solar entra la calle Caridad y la Plaza del Pósito. Con esta actuación se incluiría una línea de aparcamiento en la actual cuesta, evitando los vehículos mal aparcados, el adecentamiento de los restos arqueológicos y un punto focal de mayor interés para los viandantes. La segunda acción versa sobre la reurbanización y ampliación de la plaza del Pósito y del acerado lateral del mercado. Se pretende eliminar la fila de aparcamientos reubicándolos en el solar bajo el Ayuntamiento, consiguiendo de esta manera poder ampliar el acerado lateral a una anchura de 4 metros. En cuanto a los aparcamientos se apuesta por la mejora del aparcamiento público en la trasera de la conocida Casa del Marqués.
En cuanto al uso de espacios, se apuesta por la reutilización del solar junto a la ermita de la Caridad como pequeño aparcamiento y plaza, uniéndolo con la arcada del Pósito mediante escalinata. Con esta actuación se dotaría de mayor número de recorridos de interés para el viandante, se libera la calle Caridad de vehículos mal estacionados y se da mayor representatividad a la ermita. La unión con el entorno deja clara que la intervención en el edificio del Mercado de Abastos pretende generar la imagen de un mercado concebido como una extensión a cubierto del espacio público, que actúe como catalizador de actividades y negocios de restauración y ocio, no sólo en su interior, sino también en el espacio público exterior, y que ayude a poner en valor espacios tan importantes como son B.I.C El Pósito (Centro de Iniciativas Culturales) y la Puerta del Jaufín.
La oportunidad del entorno no destaca Raúl Astorga, de Taller 32, que incide en que el proyecto busca revitalizar la zona. En ese sentido reseña la que los principales edificios históricos están cerca del mercado. “Podemos hacer recorridos que rehabiliten este centro”, comenta el arquitecto.
En cuanto al propio Mercado, se trata de adaptarlo a la nueva imagen del siglo XXI, manteniendo su idiosincrasia de mercado. Se propone respetar la estructura metálica de los 80 y su cubierta desnudándola de los revestimientos. Se plantea suprimir buena parte de la segunda planta para mejorar la altura y monumentalidad del edificio. Con proyecto propio de reforma, las instalaciones del Área de Comunicación del Ayuntamiento de Loja se mantiene como balcón privilegiado al mercado. Ello dará opciones de promoción y de vida al espacio y comerciantes de la zona. La funcionalidad de la radio formará parte de la vida diaria del mercado, también como elemento de información constante para los consumidores.
Esta remodelación no supone reducir el número de puestos de venta que se mantienen sino que se potencia su uso. A ello se une nuevas zonas para restauración con comunicación con el exterior. Esas aperturas son grandes arcos que dejarán al descubierto la estructura metálica de la década de los 40 y visualizará el comercio interior. Esos arcos son un guiño a la primera plaza de Abastos abierta a cielo y al público.
Esa visión la explica claramente Amanda Paradís, del estudio de arquitectura local, que habla de un mercado actual que parece “una cueva de actividad hacía dentro” que hay que abrir. “No se intuye lo que hay dentro y hay que aprovechar el espacio exterior”, afirma la profesional que insiste en que se funcione hacía afuera.
El presupuesto del proyecto asciende a cerca de 1,3 millones de euros. En la reunión con comerciantes y vecinos, el regidor, Joaquín Camacho, asegura que se trabaja para contar con subvenciones que permitan hacerlo pero que de no contar con ellas seré el propio Ayuntamiento con sus fondos quien lo acometa. Para el primer edil es una actuación más que necesaria para poder recuperar un centro histórico que demanda medidas y mucha inversión.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, ha explicado que en esa reunión participativa, que se busca la transformación del mercado y también trasformar la zona del corazón del casco histórico del municipio. Camacho entiende que es un proyecto ambicioso desde un punto de vista arquitectónico, económico y social. “Queremos que sea una zona atractiva para los vecinos” comenta el primer edil añadiendo que desde el Área de Urbanismo también se trabaja en la reforma del Plan Especial del Casco Histórico que entiende es una normativa poco flexible que “más que proteger está matando” este espacio.
Camacho avanza que es un proyecto que se tiene que hacer por lo que se presentará a las diferentes subvenciones europeas que se publican. En ese sentido entiende que de no conseguirse alguna ayuda sería el mismo ayuntamiento quien tenga que acometerlo. “Este proyecto tiene que salir adelante porque la consideramos prioritaria”, afirma Camacho convencido que se hará “sí o sí”.
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