Quizás se hayan dado cuenta al pasear por Loja estos días. Esta semana se ha empezado a instalar en las calles del municipio el contenedor marrón, para la recogida de residuos orgánicos. Pero todavía habrá que esperar un poco más para empezar a usarlo. El lunes de la semana que viene comenzará su recogida.
Durante este mes de marzo se está desplegando en cada uno de los barrios y pedanías del municipio una campaña informativa sobre la implantación del contenedor marrón. El nuevo recipiente se ha empezado a instalar en las calles de la ciudad, y en él se deberán depositar los residuos orgánicos que se generen en domicilios y en negocios. El consistorio lojeño ha adquirido 456 nuevos recipientes en los que se deben depositar restos de alimentos, papel de cocina o restos de poda para poder producir compost.
En esa campaña, los vecinos reciben información sobre qué residuos depositar en este contenedor y cuáles no y, además, se les proporciona pequeños cubos aireados y un paquete de bolsas compostables. Según ha informado el Área de Medio Ambiente, a los grandes productores se les está visitando de manera individualizada “ofreciéndoles un servicio puerta a puerta y proporcionando cubos de mayor tamaño, además de la formación específica para cada actividad”.
Los nuevos recipientes color marrón se están colocando en las calles durante esta semana, pero se encuentran precintados porque todavía no se pueden usar. Será el próximo lunes, 24 de marzo, cuando comenzará la recogida de este nuevo contenedor. El servicio se prestará dos veces a la semana en cada lugar sin reducir el servicio del contenedor gris.
Medio Ambiente recuerda que es “imprescindible separar las residuos en esta nueva fracción, y además hacerlo sin aportar otros residuos de otro tipo, a los que se les llama impropios, para así poder conseguir con ese desperdicio orgánico un compost de calidad”.
Añade la concejalía que “si conseguimos separar más en origen podremos conseguir reducir el coste del tratamiento y deposición en vertedero, además de cumplir con la normativa vigente”. En la actualidad, todo el residuo que va al contenedor gris tiene un coste por tratamiento “que consiste en realizar un transporte desde la planta de transferencia de Loja hasta la planta de tratamiento ubicada en Alhendín, donde se realiza un proceso selectivo en el que aún se pueden separar algunos residuos de otras fracciones”. Eso sí, ya de manera “muy mermada debido a que en el proceso de compactación se entremezclan demasiado y no es una separación escrupulosa”.
Además, los restos van a parar al vertedero “y esto lleva aparejado un coste adicional en forma de impuesto, debiendo aportar las arcas municipales un coste de entre 30 y 40 euros por tonelada depositada”.
“Con esta nueva fracción seguro que reduciremos el coste del depósito en vertedero puesto que ese residuo orgánico irá directo a producir compost y no al destino que ha tenido hasta ahora, el vertedero, con el consiguiente impuesto”, recuerda la concejalía, que añade que “además, si conseguimos separar más en origen, especialmente envases de plástico, cartón y vidrio, conseguiremos reducir el volumen y el peso de lo que va al gris. y reduciremos proporcionalmente el coste del tratamiento y del depósito en vertedero”.
“Es una oportunidad para mejorar el medio ambiente, reducir la contaminación por los residuos que van a vertedero, cumplir la normativa, y además reducir el coste del tratamiento y depósito en vertedero, que supone un porcentaje muy alto del costo de la gestión de los residuos municipales en nuestro municipio”, apostilla Medio Ambiente.
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