El Miércoles Santo en Loja es sinónimo de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y su larga estación de penitencia que le lleva a visitar varios barrios del casco urbano lojeño. Este año el recorrido será el mismo que se estrenó el año pasado y que presentaba importantes cambios. Tras pasar por Tribuna Oficial, Jesús se dirigirá primero a realizar el encuentro con la Virgen de la Esperanza en la ermita de San Roque. Desde ahí el cortejo dirigirá sus pasos hacia la ermita del Calvario. Después vendrán los dos encuentros habituales, con la Virgen de los Dolores en la capilla de la Sangre y con Santa Marcela y la Virgen de las Angustias en la ermita de Jesús. Por último, tomará la calle Real para su recogida, que se estima sobre las 4 de la madrugada.
La imagen del imponente nazareno ha mejorado la sujeción a la peana con la intervención del imaginero sevillano Fernando Aguado. Además, los acólitos estrenarán incensarios, salidos del taller Angulo de Lucena, que también ha restaurado la cruz y los faroles guía.
La cofradía contará con los tambores propios para abrir el cortejo y con la banda Cristo del Mar de Vélez Málaga para acompañar musicalmente a Jesús.
Y otra real cofradía, en este caso la más antigua de Loja, la de la Santa Vera Cruz, Jesús Preso y Nuestra Señora de los Dolores, será la protagonista en la tarde-noche del Jueves Santo lojeño. Los Titulares de San Francisco dejarán su barrio para adentrarse en el centro histórico de la ciudad.
En su procesión se podrán ver los incensarios blancos, la ‘corría’ primitiva de la Semana Santa de Loja, que este año estrenarán nuevos cacharros, salidos del taller Angulo de Lucena. Además, la cofradía ha avanzado en el último año en la nueva casa hermandad, un amplio espacio junto a la capilla de la Sangre.
En cuanto a acompañamiento musical, la concordia de tambores blancos de la cofradía acompañarán a la Santa Vera Cruz, la Agrupación Musical del Santo Sepulcro de Sabiote pondrá los sones a Jesús Preso y la Asociación Banda de Música de Loja acompañará a la Virgen de los Dolores.
La procesión de la madrugá lojeña, la del Cristo de los Favores, llenará de silencio y sobriedad las calles del barrio Alto y centro de la ciudad. El imponente crucificado saldrá a media noche de Santa Catalina con el alumbrado público apagado y acompañado por largas filas de hermanos de farol y los sones de más de 150 tambores negros.
La cofradía ha mejorado y acondicionado la Cueva de los Favores, descubierta el año pasado en su Casa Hermandad.
Las tres hermandades del Mesón de Arroyo harán su estación de penitencia conjunta en la mañana del Viernes Santo. Abrirá el cortejo la Imagen de Santa Marcela, la Verónica lojeña, que estrenará mantolín.
Jesús Nazareno volverá a recibir el fervor del pueblo de Loja. La hermandad presentará la primera parte de la reforma del trono procesional que, bajo diseño del pontanés Javier Aguilar, ha ejecutado el taller de los Hermanos Caballero de Sevilla. Los trabajos han consistido en el dorado de piezas y la renovación de los candelabros, que este año irán en madera. Los tambores puche y la Asociación Banda de Música de Loja pondrán los sones a la hermandad.
Por su parte, los horquilleros de Santa Vera Cruz estrenarán este año sus ropas y será el segundo año que Nuestra Señora de las Angustias luzca en su palio tras la restauración del artista Clemente Rivas, de Puente Genil.
La concordia propia de tambores de la Hermandad irá con la Vera Cruz y la Banda Amigos de la Música de Huétor Tájar irá tras la Virgen.
Y del bullicio de la mañana a la sobriedad de la noche del Viernes Santo lojeño. El Santo Entierro de Cristo comenzará con la salida del Cristo de la Salud desde la Iglesia de la Encarnación para recorrer las calles del centro y barrio Alto de la ciudad acompañado por la agrupación propia de tambores. Este año la hermandad presenta la restauración de su Cruz Guía.
Tras él irá el Santo Sepulcro, cuyo trono presentará importantes novedades. Además de la mejora de su estructura, se han cambiado los varales de madera por otros de aluminio más ligeros. Además, se han tapizado, incorporando una parte acolchada que descansará sobre los hombros de los horquilleros, por lo que ya no se tendrán que atar las almohadillas. La parte más visible de estos cambios es, sin duda, la incorporación de seis garras de león que sostienen la urna de taracea del Sagrado Cristo Yacente y que le dan más empaque y vistosidad al trono. Un trío de capilla de la Banda de Música de Loja ofrecerá los sones más fúnebres a Cristo muerto.
La solemnidad y elegancia continuarán con el trono de Nuestra Señora de la Soledad, cuyo palio también contará con importantes novedades. Este año estrenará las corbatas bordadas, donadas por un grupo de hermanos, así como la pintura de la gloria de su techo, obra del pintor granadino Juan Díaz Losada. La Virgen llevará este año un manto en terciopelo negro sin bordados. Le acompañará musicalmente la Banda de Música de Loja.
Los incensarios, los conocidos como ‘Enterraores’, estrenarán nuevos cacharros.
El broche final a la Semana Santa se pondrá en el templo mayor lojeño, ya en la madrugada del Sábado Santo, con un encuentro, en silencio y a oscuras, entre Cristo muerto en su Sepulcro y su madre afligida en su Soledad.