El pleno de la Corporación Municipal de Loja aprobó el pasado jueves la revisión del Plan de Ajuste, el documento en el que se indican todas las medidas económicas previstas para que el Consistorio lojeño pueda pedir un nuevo préstamo de unos tres millones de euros para pagar facturas pendientes con proveedores.
La revisión del plan prevé medidas sólo por el lado de los gastos, sin incrementar aún más la presión fiscal. La primera medida pasa por la refinanciación del capital vivo de los préstamos suscritos con el banco BBVA cuyo vencimiento es en 2015 y los suscritos con Caja Granada, con vencimiento en 2017 y 2018. El importe a refinanciar ascenderá a unos tres millones de euros con un interés aproximado del 7% y un plazo de amortización de 8 años.
Estas nuevas operaciones, que se prevén se realicen antes de finalizar del año, permitirán un ahorro de 669.000 euros en gastos financieros en 2014 y de 519.000 en 2015, ahorro que permitirá contar con liquidez para hacer frente al pago a proveedores pero que a la larga generará más deuda en las arcas municipales.
Como segunda medida se contempla la no ejecución de inversiones previstas en el Plan de Ajuste.
Para el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, la refinanciación de parte de la deuda para alargar en el tiempo el pago de créditos contraídos con entidades financieras va a permitir vivir al Ayuntamiento de una forma “más desahogada”. “Queremos tener mayor disponibilidad de dinero para el día a día, para dedicarlo a solucionar los problemas que hay en Loja, que son muchos, y mejorar los servicios sin aumentar la deuda ni incrementar la presión fiscal a los lojeños”, apuntó el regidor.
El segundo teniente de alcalde, Antonio Ramón Molina, criticó la gestión económica realizada por el anterior gobierno socialista. Criticó que en los dos últimos años de gobierno del PSOE “entraba dinero y aún así se pidieron préstamos por valor de siete millones de euros”. Una gestión, según Molina, que ha generado “un serio problema financiero y económico”, con una deuda real en casi 2.000 euros por habitante. “Desde este punto de vista es necesario aprobar el plan de ajuste, porque no tenemos otra opción”, declaró.
Por su parte, el portavoz socialista, Andrés Ruiz Martín, criticó las condiciones de la refinanciación de los créditos. Lamentó que del 1% que se paga actualmente en concepto de intereses se pasaría al 7%. “Es una huída hacia adelante. Este Plan de Ajuste es lesivo para los intereses de Loja porque supone pagar un millón de euros más”, apuntó Ruiz Martín, quien criticó de que con esta medida “se está contribuyendo a inyectar más capital a los bancos”. Por ello, pidió al gobierno municipal “darle una vuelta” al plan porque “es malo”.
De nuevo tomó la palabra el alcalde. Camacho pidió a Ruiz Martín que aportara propuestas sino estaba de acuerdo con el Plan de Ajuste. “Lo que está claro es que algo hay que hacer. Es necesario mantener los servicios, pagar a proveedores y mejorar la liquidez”, apuntó. También negó que el plan fuera lesivo para los intereses del Ayuntamiento. “Lo lesivo sí era pedir préstamos de siete millones de euros que nos han convertido en el Consistorio más endeudado de Granada y uno de los más endeudados de Andalucía”, recriminó.
También volvió a intervenir Antonio Ramón Molina. El portavoz de Convocatoria por Loja también pidió a los socialistas que aportaran propuestas “realistas y razonables” y les acusó de tener una actitud “de verlas venir”. Dijo además que el ahorro de 670.000 euros previsto “es viable y realista si lo trabajamos”. “El objetivo prioritario en la actualidad es parar el déficit. Si lo conseguimos tendremos expectativas de futuro”, añadió Molina.
Finalmente la moción fue aprobada por mayoría, gracias a los votos de PP y CpL. El PSOE votó en contra.
La sesión plenaria acabó con polémica. Los concejales del grupo municipal socialista abandonaron el salón de plenos minutos antes de que finalizara. Durante una de sus intervenciones, el portavoz de Convocatoria por Loja acusó al anterior gobierno socialista de haber declarado una deuda municipal inferior a la que realmente existía. Antonio Ramón Molina dijo que no se había contabilizado la deuda contraída con proveedores y que tampoco se había sumado lo que debían las tres empresas municipales.
Al finalizar los turnos de palabra, el interventor municipal, Enrique Gómez, tomó la palabra para aclarar los hechos y desmentir las palabras del portavoz de CpL. Tras ello, los ediles socialistas le solicitaron que pidiera disculpas por sus declaraciones. Esto no sucedió y el debate sobre la revisión del Plan de Ajuste se dio por finalizado. Sin embargo, en el siguiente punto, el de ruegos y preguntas, Antonio Ramón Molina volvió a sacar el asunto, dirigiendo una pregunta al interventor. Este hecho provocó la ira de los socialistas, que no duraron en abandonar el salón de plenos en bloque. Varios de ellos profirieron gritos de “caradura” y “mentiroso” a Antonio Ramón Molina, además de denunciar que no se estaba respetando a su grupo.
