¿Quién no ha deseado plasmar en un dibujo o, mejor aún, en una secuencia de video las inexplicables a veces, las imposibles otras, las extraordinarias imágenes que se reproducen durante nuestros sueños?. ¿Quién no se ha obstinado en retenerlas en la mente e incluso interpretarlas ?. Pues, como si de eso se tratara, como si lo inverosímil se pudiera materializar, llega con todas las pistas de nuestros mundos interiores y ajenos la fantástica muestra que la artista lojeña Irene Zafra ha venido en llamar “Mental magnetism”.
Las salas del Centro de Iniciativas Culturales El Pósito acogen del 16 de noviembre al 11 de diciembre una colección de collages analógicos y digitales que nos sumergen en el mundo de los sueños, pero también en el de las realidades inventadas, y lo hace con la intención de revelar las otras existencias y de rebelarnos contra los paradigmas de lo convencional y anodino.
Tal como se informa en la presentación de la muestra que organiza el Área de Cultura del Ayuntamiento de Loja, “la artista Irene Zafra se mueve en un territorio de creación fronterizo en el que las artes plásticas y gráficas conviven y se solapan amistosamente. En estas ocasión presenta la colección “Mental magnetism”, una serie de collages manuales y digitales inspirados en una estética que transita los territorios de la ciencia ficción surrealista ”.
Y continúa advirtiendo al espectador: “los soportes artísticos de Irene aparecen habitados por seres principalmente femeninos, algo anacrónicos y aún aislados cuando conviven. El contexto adquiere en sus obras un protagonismo marcadamente escenográfico y abigarrado. Las referencias orientalistas son las más obvias, pero un examen minucioso de la obra permite descubrir elementos mitológicos en medio de ambientes arquitectónicos (brutalistas, góticos, modernistas…) y paisajes fantásticos ”.
Finalmente, la introducción a la exposición de Irene Zafra aclara que “El magnetismo mental es el modo con el que la artista nos ofrece su reflexión sobre las relaciones interpersonales, proyectadas hacia un futuro que tiene mucho que ver con el vértigo”, concluye.
TRABAJO MINUCIOSO
En la inauguración de la muestra, Zafra informó de que cada obra está irremediablemente unida a una canción, tal como se puede leer en la cartela de cada obra, y las nuevas tecnologías incorporadas al proyecto permiten que dichas canciones puedan escuchar mediante la playlist a la que se acceda a través de un código QR.
La artista lojeña, visiblemente emocionada al exponer por primera vez en su ciudad, estuvo acompañada en el acto de apertura por un nutrido grupo de familiares, amigos y público en general que corroboraron las excelencias de su trabajo. Un quehacer, describe Irene, que realiza con primor y detenimiento para conseguir unas texturas cromáticas que se superponen para conseguir la escena requerida.
Con maestría que ha venido adquiriendo a lo largo de los años y las colecciones que ya ha presentado en diversos lugares de España o Europa, la autora confiesa que esta pasión nació como una “especie de exorcismo de mis emociones y mis sensaciones, también como un hobby”, pero que fue adquiriendo más importancia y ya forma parte íntima de su vida y de su capacidad expresiva, si bien no tiene formación artística académica ni se dedica profesionalmente al mundo del arte.
Dice sentirse satisfecha del resultado obtenido hasta ahora pero anuncia que no piensa cejar en la búsqueda de nuevas líneas y motivaciones, pues cada colección nace y se completa durante un periodo determinado y que después enfila nuevos caminos.
Por último, Irene Zafra espera de esta incursión en su tierra que la gente disfrute y se lo pase bien compartiendo sus propuestas que, por cierto, en ocasiones se reproducen como obra gráfica y pueden ser adquiridas por una módicos precios, y en otras es el propio original el que se pone a la venta.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Loja, José Antonio Gómez, elogió las peculiaridades de la exposición y se alegró de que, una vez más, una artista lojeña tenga tal nivel expresivo y que decida ofrecer su obra en esta ciudad, reiterando el espíritu abierto y multidisciplinar del CIC El Pósito para albergar colecciones de diferentes técnicas y estilos.
