Hace poco más de un año que Jesús Párraga falleció a los 63 años de edad y tras una larga enfermedad, pero su recuerdo sigue intacto entre sus familiares y amigos. Pero ante todo hay un pueblo que lo sigue recordando con cariño y más que devoción, Fuente Camacho. Camachero de convicción, a ninguno de sus vecinos se les olvida lo que Párraga hizo por el avance de su tierra. Ejemplo de ello, es el cariñoso y emotivo homenaje que le han ofrecido este pasado domingo, donde se le reconoce como hijo predilecto de la pedanía y una calle, en la que vivió, siempre llevará su nombre.
Concejal, alcalde pedáneo, coordinador, cartero… pero sobre todo una persona entregada a los demás. Reconociendo ello, hubo lleno en el salón de usos múltiples de Fuente Camacho. Allí, familiares, amigos y representantes públicos del Ayuntamiento de Loja, recordaron un legado lleno de valores y principios. En el acto, bañado de la música que él amaba, se contó con palabras de muchos de sus familiares, sobrinos, hermana, amigos y vecinos reconocían su ejemplo. Mientras su sobrina reconocía que “siempre ha sido una persona que se ha preocupado por todos y ha dejado una huella imborrable”, Paqui Raya, en representación de los vecinos, destacaba que Jesús “nos dejó la fuerza y las ganas de lucha”.
Fue el inicio de una gran sucesión de anécdotas y vivencias de muchos amigos con Párraga. La alcaldesa pedánea, Adela Aranda, se mostró muy agradecida del nombramiento de hijo predilecto a su vecino y admitió que “siempre llevó a su pueblo por vadera”. La pedánea recuerda la lucha de Jesús con muchos objetivos de Fuente Camacho como la búsqueda de agua, entre otros objetivos. “Era afortunado ya que sabía de la admiración que se le procesaba”, reconoció Aranda que expuso una última anécdota con su admirable vecino.
Para el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, la pedanía era la forma de vida de Jesús porque hasta el último minuto pensó en Fuente Camacho. “Recuerdo que poco antes de que nos dejará me envió unos documentos para seguir luchando para la titularidad de la carretera”, admite el regidor como ejemplo del trabajo desinteresado de Párraga. Los valores de Jesús fueron alabados por el alcalde por sus “firmes convicciones” con un respeto exquisito hacía todas las personas.
La mujer e hijos de Jesús tomaron la palabra para agradecer el cariño dispensado por vecinos, familiares y amigos. Admitían que habían tenido la suerte de contar con el mejor marido y padre posible. Entienden el ejemplo de vida de Párraga ya que “su bondad y generosidad no tenía límites para ayudar al que lo necesitara”.
También su hermana reconocía haber tenido la mejor familia que pudo tener y el ejemplo que les dio sus padres. “Jesús siempre hacía de nuestro hermano mayor con todos nosotros”, admitía emocionada por ver reunidos a todos para rendirle homenaje. Cree que este acto les acompañará para toda la vida.
Tras diferentes intervenciones llenas de sentimiento y cariño, se descubrió una placa en su honor en la plaza principal de la pedanía. La misma describe el esfuerzo, cariño y lucha de Jesús por su pueblo. Por último, se renombró la calle donde vivió con un nombre que perdurará en el tiempo y la memoria de Fuente Camacho.