La ciudad que lo vio morir hace 500 años rindió un sentido homenaje a la figura de Don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. A parte de otros eventos, como fueron la celebración de una eucaristía en su honor, la presentación de un libro sobre su figura titulado `El último amor del Gran Capitán´ y la participación de la Orquesta Sinfónica de Almería, los actos castrenses de este sábado 5 de diciembre fueron los más relevantes y multitudinarios. Cientos de lojeños salieron a las calles de la ciudad para ver desfilar con su particular paso a los integrantes de la Legión. Este destacamento militar fue sin duda lo más atractivo dentro de una mañana cargada de representatividad.
La jornada comenzó a las 10:30 horas con la recepción oficial de los invitados a las puertas del Palacio de Narváez, sede del Ayuntamiento de Loja. Joaquín Camacho, alcalde de Loja, dio la bienvenida a los diferentes representantes civiles y militares. Allí estaban presentes todos los corporativos municipales a excepción de los miembros del principal partido de la oposición. El PSOE afirmó que no acudía al entender “que no es el momento de gastar miles de euros en dichos actos ya que existen familias pasando verdaderas fatigas”. Sí acudieron el senador, Antonio Ayllón y la parlamentaria andaluza, Ana Vanessa. También estuvo presente el delegado territorial de Innovación de la Junta de Andalucía en Granada, Juan José Martín. El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, en compañía de una de sus tenientes de alcalde también acudieron a la cita. Montilla es la ciudad de nacimiento del Gran Capitán, y recientemente contó con Loja como capataz de honor de su Fiesta de la Vendimia. El cronista oficial de Loja y el presidente de la ALCI, José Arenas y Antonio Campos respectivamente, también estaban presentes.
Como curiosidad se contó con la presencia de familiares del homenajeado, destacando la presencia del brigada del ejército, Francisco Javier Fernández de Córdoba y Rivero, que acudió en compañía de sus dos hijos y de su hermano. Otros militares presentes fueron el comandante jefe de la Legión, Juan Francisco García y García, el capitán de la Guardia Civil de Loja, Diego Sánchez, el capitán médico, Fernando Ponte Hernando, el brigada Cristóbal Ortiz Nieto y el responsable del gabinete del general José de la Torre y Romero.
Con toda la comitiva civil a las puertas del palacio fue recibido el general de brigada del MADOC, Amador Enseñat y Berea, que saludó en primer lugar al regidor lojeño. El general se acercó a cada uno de los presentes antes de que se iniciara la bajada al Puente Gran Capitán donde tendría lugar el primer acto de la jornada. La comitiva fue recibida, en el puente que lleva el nombre del homenajeado, por el Grupo de Caballería de Reconocimiento “Reyes Católicos” II de la Legión. En presencia de estos, el alcalde de Loja y el general, descubrieron una placa conmemorativa de dicha efeméride en uno de los extremos del puente. Tras ello la Legión inició su recorrido hasta el Parque de los Ángeles. Durante el trayecto los legionarios pudieron sentir el aprecio de los lojeños, que no dudaron en aplaudir y jalear cada uno de los movimientos de esta tropa que formaba por un centenar de militares.
Los actos castrenses continuaron con el izado de la Bandera de España en la plaza inferior del Parque de Los Ángeles. Allí dos legionarios recogieron la bandera de manos de la señorita Aurora Sanjuán. La bandera ascendió bajo los sones del himno nacional interpretado por los propios legionarios. A los pies del mástil se descubrió una placa conmemorativa.
El general Amador Enseñat y Berea tomó la palabra para destacar la importancia de esta bandera, regalo del MADOC a la ciudad con motivo de dicho acto. “Cada vez que vean hondear esta bandera recuerden el lazo de unión de Loja con el ejército”, comentó el general dejando claro la importancia para la unidad del Estado de la bandera. “Es garantía de nuestros derechos pero también nos refleja nuestras obligaciones”, comentó el general. También tuvo palabras de reconocimiento a la figura del Gran Capitán del que dijo “sufrió un injusto exilio” en sus últimos años de vida.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, manifestó que la jornada era un día histórico para la ciudad “que recordaremos muchos años”. Además reseñó la importancia de la bandera de la Nación como defensa de unidad y del estado del bienestar. En cuanto al Gran Capitán engrandeció su figura y enfatizó la importancia de éste en la vida militar, política y social de la historia del país.
A continuación el general, acompañado del resto de la comitiva militar y social, acudió al Ayuntamiento de Loja para firmar en el libro de honor del mismo. También hizo lo propio el alcalde de Montilla. Tras ello, y con un medido protocolo, se formó la comitiva militar y social. Además de los militares, se contó con la presencia de representantes del Consejo Social, Económico y de Mayores, de ex cargos provinciales y nacionales y de presentantes de asociaciones. Junto a ellos se contó con la presencia de los Maceros que antecedían al Pendón de Loja. Esta comitiva llegó hasta la Plaza de la Constitución donde esperaban los miembros de la Legión. Estos últimos abrieron el desfile hasta la Plaza de la Victoria donde tuvo lugar el último acto.
Los aledaños de la plaza estaban repletos de público. Ante el monumento del Gran Capitán se descubrió una placa conmemorativa y uno de sus escudos nobiliarios. Allí el alcalde de Loja volvió a hablar de la figura del ilustre montillano. A continuación se llevó a cabo una ofrenda floral consistente en una corona de laurel con dos cintas con las banderas de Loja y España. Momento especial fue cuando la Legión entonó el himno “El Novio de la Muerte” y “La canción del Legionario”. La interpretación del Himno de España por la Banda de Música de Loja puso el punto y final al acto. Antes de marcharse la Legión entonó algunos de sus credos y abandonó la zona con un sonoro “Viva España, viva el Rey, viva el Ejército”.
