En septiembre de 2018 una impresionante riada sorprendió a vecinos y visitantes de la pedanía lojeña de Riofrío. Aunque no se tuvo que lamentar pérdidas personales los daños materiales fueron cuantiosos. Numerosos establecimientos de hostelería y viviendas se vieron afectados por la crecida de los ríos Salado y Riofrío. Ese momento sigue presente al observarse el principal emblema de la pedanía, su puente histórico.
Las marcas de una de las riadas más importantes de la historia de Riofrío sigue sin duda en la memoria de todos los que la vivieron pero también en el propio patrimonio del núcleo rural. En su puente, catalogado erróneamente de romano o árabe cuando es del siglo XVI, siguen siendo visibles los estragos de tan fatídico día. Parte de su mampostería quedó derruida por el arrastre del caudal que incluso lo superó. Ahora esos daños podrían estar próximos a subsanarse.
Hubo hace dos años una intentona de mejora de este puente, pero no hubo descontento vecinal al entender que la actuación no estaba resultando la idónea. Ante esto, el Ayuntamiento de Loja decidió contratar a un arquitecto experto en recuperación de monumentos que ya ha presentado su proyecto de actuación. Un documento que ilustra la historia del puente y que no solo permitirá recuperar su esplendor inicial sino dar a conocer al visitante la importancia del mismo.
Fue en 1533 cuando un ganadero de la zona pide permiso al Cabildo de Loja para construir dos puentes, uno de ellos en la ubicación del actual, para poder pasar con su ganado hacia la Dehesa de los Allozares. Desde entonces ha ido sufriendo modificaciones y mejoras, reconociendo la realizada por la Junta de Andalucía en el 1987 que llegó hasta la riada de 2018. El mismo es de traza sencilla con dos ojos de distintas dimensiones y funcionalidad. Está construido de piedra proveniente del lecho del propio río. El monumental puente solo cuenta con un nivel de protección ambiental, es decir que sin un especial valor arquitectónico si tiene un valor para la configuración del espacio donde se ubica.
El proyecto recoge obras de rehabilitación, consolidación y conservación del puente, no alterando su configuración ni el uso, por lo que cumple con las exigencias del Nivel de Protección del Planeamiento Urbano. Se considera que el cauce del río y sus depósitos de tierras serán apartados de forma que las zonas de actuación estén totalmente secas y limpias, por lo que se evitará realizar trabajos en el cauce fluvial en épocas de lluvias.
Su estado actual muestra el derribo del pretil, o baranda, suroeste. La penetración del agua y los ciclos de hielo y deshielo, y la baja calidad del ladrillo que conforman las bóvedas de los ojos del puente, hacen que esté muy deteriorado en muchas zonas. También la proliferación de líquenes y plantas han producido que enraícen en la fábrica de la mampostería debilitando la estructura. También la cimentación del estribo Este está socavada.
Con ese diagnóstico el proyecto propone 9 actuaciones. La primera de ellas es el movimiento de gravas y arenas para que no se adosen al puente y redirigir el agua. Limpiar el entorno, centrándose en la vegetación y facilitar el recalce del estibo Este son los primeros pasos a seguir. La reconstrucción de pretiles, mejora de la fábrica y el rejuntado de pérdidas de morteros son medidas planteadas de forma directa sobre el monumento. La limpieza y reposición del empedrado superior y la colocación de cartelera informativa, dará el toque final de vistosidad a un puente muy visitado pro turistas que acuden a comer a la pedanía.
El coste de tal actuación es de 48.398,50 euros con IVA incluido. Desde el Ayuntamiento de Loja se busca partida para acometer una rehabilitación en la que lleva trabajando varios años y entiende fundamental para la imagen del principal punto de entrada de turistas del municipio. El primer objetivo se ha cumplido con la creación de un documento que marca un trabajo idóneo para actuar en todo un emblema de Riofrío y de Loja. Queda que al igual que ha sucedido con la recuperación de la Iglesia de San Isidro, el proyecto se haga realidad.