Los más de 300 vecinos de la más oriental de las localidades lojeñas, La Fábrica, siguen sufriendo los inconvenientes de no tener agua potable corriente en sus hogares. Tal como se anunció por la empresa municipal del agua, Gemalsa, se está a la espera de que lleguen los equipos de impulsión que hagan posible el paso del agua por las tuberías hasta los hogares, una llegada de equipamientos que puede producirse pasado mañana y que tendrán que ser instalados a la mayor brevedad posible para paliar, cuanto antes, la difícil situación no sólo de los habitantes censados sino de los otros muchos que vuelven a su tierra por vacaciones, lo que hace que los afectados, según los vecinos, se acerquen a las 700 personas.
Como es sabido, el pasado 3 de agosto se produjo una avería en las insalaciones que permiten el abastecimiento de agua potable a la localidad que originó el corte total del suministro domiciliario, la gravedad del fallo supune tener que cambiar algunos elementos que se pidieron en cuanto se tuvo conocimiento de la rotura, sin embargo, esto requiere de unas jornadas, por lo que la empresa municipal de aguas comenzó el fin de semana pasado a repartir diariamente agua embotellada para el consumo humano, y agua de una camión cisterna para las necesidades del hogar y la higiene personal.
Sin embargo estas medidas no han satisfecho a los habitantes de La Fábrica, que reivindican un mejor mantenimiento de la red para que no ocurran hechos como este.
Y es que los problemas arrancan de fechas anteriores, unos cinco meses, con cortes intermitentes y la bajada de presión del agua, según recuerdan estos vecinos. Dos meses, según informaba Gemalsa en un comunicado.
Desde entonces para acá han expresado su disconformidad por diversas vías y ahora mantienen una espera tensa por lo que significa enfrentarse a los días de más calor vividos hasta ahora en este verano con las importantes restricciones de un suministro tan vital como el agua.