Marta Sevillano se impone en el I Certamen de Saetas de la Peña Flamenca Alcazaba

Los muros del antiguo convento franciscano de la Victoria
se impregnaron del cante adusto, riguroso y profundo de las saetas en plena
Cuaresma. La Peña Flamenca Alcazaba ha celebrado este sábado 5 de abril su
primer certamen de saetas, al que concurrían tres cantaores, dos de ellos
locales, y una mujer, y el recinto renacentista de su sede se llenó de un
público ávido de las gargantas rotas por el dolor de los interpretes al
dirigirse a las imágenes más representativas de la Semana Santa.

El jurado calificador hizo recaer en la gaditana Marta
Sevilla el primer premio del concurso, seguida del lojeño Francisco Olid Gámiz,
del también lojeño Antonio Moreno “El Calero” y en cuarto y último lugar Arturo
Fernández, de Granada.

Todos los saeteros, salvo Francisco Olid, cantaron sus
plegarias a capella.

El acto se cerró con los compases de la Banda de Música
de Loja, bajo la batuta de su director Adrián Aguilera, que interpretaron el
Stabat Mater y el Miserere. Como es sabido, la primera de las composiciones es
una de las partituras más escuchadas en la Semana Santa lojeña. Se trata
de  una secuencia (himno o
tropo del Aleluya gregoriano) atribuida al papa Inocencio
III y al franciscano Jacopone da Todi. Se la data en
el siglo XIII. Comienza con las palabras Stabat Mater
dolorosa (“estaba la Madre sufriendo”).
Como plegaria medita sobre el sufrimiento de María, la madre de
Jesús, durante la crucifixión de su hijo.

Mientras que el Miserere es una composición creada
por Gregorio Allegri en el siglo XVII durante el mandato
del papa Urbano VIII. Se trata de la musicalización del salmo
51, llamado Miserere, del Antiguo Testamento. Se compuso para ser
cantado en la capilla Sixtina durante los maitines los
miércoles y viernes de Semana Santa. El original se canta en latín.