Durante cuatro días, Loja ha sido ejemplo de defensa de sus tradiciones rurales más importantes. Ovejas, y mucho más de valores y principios, llenaron el Pabellón Alfeia y sus alrededores en la XV Feria del Ganado y VIII Agroganadera Ecológica de Loja. El público ha vuelto a responder a esta cita que defiende la ganadería extensiva, la agricultura, la caza y el uso responsable del medio ambiente y de todo lo que nos facilitan nuestros ecosistemas más cercanos.
La feria ha contado este año con mediodía más, la tarde del jueves, para ampliar así las jornadas técnicas. Las mismas se iniciaron con gran aceptación, siendo moderadas por Ezequiel Martínez, reconocido presentador del programa ‘Tierra y Mar’ de Canal Sur. Se contó con el protagonismo de jóvenes ganaderos, que son la esperanza en el relevo generacional en la ganadería extensiva y en el medio rural en general. En el segundo día, las charlas versaron sobre, “Aportando valor, valores, visibilidad y comunicación a través de la ciencia, proyectos emprendedores, redes sociales, asociacionismo, comercialización y nuevas tecnologías en la ganadería extensiva”.
Juan Antonio Moreno, presidente de la Asociación de la Raza Ovina Loja, defendió la importancia de los ponentes que participan en la charla. “Hay profesionales que conocen el terreno y vienen de todo el mundo”, ha explicado Moreno que cree que todos los ganaderos tienen los mismos problemas. En cuanto al relevo generacional entiende que es un reto que debe de comprometer a todos. “Las razas autóctonas hay que comérselas para que sigan existiendo”, explicó Moreno para que se defienda el producto de cercanía.
El teniente de alcalde, José Antonio Gómez, fue el encargado de dar inicio a estas charas y defendió el apoyo del Ayuntamiento de Loja para con los ganaderos locales, defensores de la Raza Ovina Lojeña. “Vemos el empuje y el interés que se le quiere dar a la feria”, comentó Gómez que enfatiza la importancia de los jóvenes y la mujer. También destacó que se defiende la comercialización y la comunicación en la ganadería extensiva.
Joaquín Camacho, alcalde de Loja, participó de las ponencias de la tarde del viernes, donde habló de las ayudas de las administraciones para con este sector. En esa misma mesa se contó con otros representantes políticos, emprendedores y representantes de asociaciones de ganaderos. Camacho ha defendido la importancia de que el sector público se implique en el mantenimiento de esta ganadería que aporta valor al territorio. “Queda mucho camino para conocer y valorar nuestras raíces, todos dependemos del campo”, ha destacado el regidor.
El sábado abrió la feria propiamente dicha con el protagonismo de la Raza Ovina Lojeña, que se sumó con otras razas autóctonas andaluzas para exponer más de 200 cabezas de ganado. Un año más se contó con gran participación de público dentro de una actividad para toda la familia. Lojeños y visitantes aprovecharon para contar con productos ecológicos de gran calidad y disfrutaron de las diferentes actividades propuestas para todas las edades.
El mercado de productos ecológicos y artesanos contó con más de una veintena de stands. Entre ellos se podían encontrar chacinas, pasteles, productos de cosmética, aceites, miel, quesos, artesanía, etc. La variedad era tan amplía que no faltaban opciones de encontrar algo atractivo que llevarse a casa.
También se defendía trabajos artesanales para que no se pierdan. Es el caso de la marroquinería, el uso del esparto, punto de cruz y muchas técnicas más. Gracias a esta muestra de artesanía se podían conseguir auténticos y genuinos objetos.
El uso de la lana de la ovina lojeña para la creación de prendas u objetos también se observó en la feria. Se defendió la importancia de usas estos tejidos que son menos contaminantes que otros. El uso de la lana también sirve para crear asociaciones solidarias que permiten crear riqueza en sectores discriminados de la sociedad.
En la zona exterior, y junto con la exposición ganadera, se contó con una exposición de gallinas utreranas y sureñas. En esa misma zona se llevó a cabo otras actividades alternativas como el taller de realización de quesos y el darle al chivito el biberón. La escultura de madera y piedra junto con la realziación de grafitis se mantuvo en esta edición. No faltó el concurso de pintura. Como novedad, hubo muestra de cetrería con exhibiciones que gustaron mucho a los más pequeños.
La gastronomía también fue protagonista con la tradicional caldereta de cordero como reclamo principal. La barra contó con el buen hacer de Catering La Barrica, de José María Garófano, que nos comentó que para la caldereta uso más de 40 corderos para 1.200 raciones. Tampoco faltó el sábado espectáculos como flamenco a caballo y el concierto de copla, con la participación de la artista Irene Martínez.
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