La pavimentación que se está realizando durante estos días en varias calles principales de Loja supone una mejora sustancial de la calzada que, en muchos casos, adolecía de una mejora y puesta al día en consonancia con la densidad del tráfico que tienen que soportar a diario.
A lo largo de tres jornadas, martes, miércoles y jueves, y trabajando fundamentalmente de noche para ocasionar los menores problemas posibles a la ciudadanía, los operarios, equipados con maquinaria especializada, han llevado a cabo un trabajo que ahora se culmina con el pintado de la señalización horizontal, que corre a cargo del área municipal dedicada a estos menesteres.
Ayer jueves, el alcalde Joaquín Camacho y el concejal de Obras Municipales y Urbanismo, Joaquín Ordoñez, realizaron una visita a las calles beneficiadas por este plan de pavimentación.
Según informó en el transcurso de la misma éste último, para el conjunto de las actuaciones se había previsto en el presupuesto municipal de este año una partida global de 80.000 euros, de los que una parte se fueron hace ya unas fechas para la calle Megías, y el grueso de la cantidad se ha destinado ahora a la calle Cádiz con los accesos laterales al recinto ferial, la vía que circunda el Parque de los Ángeles, y confluencia de avenida de los Ángeles con el bulevar de Pérez del Álamo, incluyendo buena parte de esta avenida principal entre Deportes Marco y el paso elevado, así como la rotonda existente entre medias, sumando todo ello más de 3.500 metros cuadrados de asfaltado.
Eso en cuanto a la zona Este de la ciudad, mientras que por el Oeste, se ha actuado en el Mesón de Arroyo y toda la calle Real, lugares éstos donde se precisaba una urgente mejora que, si bien no alcanza una reforma de sus infraestructuras subterráneas, tal como ha asegurado el edil de Urbanismo, si permite al menos mantener una buena capa de rodadura por otros 6 o 7 años.
En total, han sido más de 8.000 metros cuadrados de viales públicos los que se han beneficiado de esta actuación.
Para Joaquín Ordoñez, estos trabajos vienen a hacer justicia a buena parte de la ciudad, sobre todo por tratarse de zonas que son transitadas por la generalidad de los lojeños.
Por su parte, el alcalde lojeño Joaquín Camacho, mostraba su satisfacción por hacer realidad unas obras que se financian totalmente con dinero propio del consistorio, pues su reflejo en el presupuesto del Ayuntamiento fue posible, tal como aseguró el primer edil, gracias al superavit obtenido en las cuentas municipales. Camacho estima que esta realidad debe ser reconocida por aquellos que negaban una disponibilidad económica basada “en la buena gestión realizada por el equipo de Gobierno, concretaba.
En paralelo, durante esta semana también se iniciaban los trabajos correspondientes a la mejora del camino de Torreagicampe, una vía rural que une la carretera de Ventorros de San José con la pedanía de La Fábrica, y que se usa por muchas personas que desde el Noroeste del municipio se dirigen a la capital, acortando un buen número de kilómetros. Pero sobre todo, indicó el concejal de Obras y Servicios Municipales, es paso obligado para los propietarios y trabajadores de las numerosas explotaciones agrícolas que se concentran en aquella zona del municipio.
Para estos trabajos se dispone de una partida de 40.000 euros que inicialmente se incluyó en el presupuesto municipal de 2015 para arreglo de varios caminos, sin embargo, la precaria situación en que se encontraba el de Torreagicampe llevó al equipo de Gobierno a destinarlo íntegramente a éste vial.
En este caso, gracias a la oferta obtenida de la empresa adjudicataria de la obra, se van a poder asfaltar más metros de los inicialmente previstos, hasta un total de 2.400, y según el alcalde con una actuación que, sin ser en profundidad, si va a permitir mejorar considerablemente su estado.
A tal fin se han bacheado algunos desperfectos a lo largo de la calzada, pero lo más importante es el tratamiento que se está dando a las zonas más deterioradas, levantando la capa superior del camino con una profundidad considerable y reasfaltando todo el tramo.
Según Joaquín Camacho, este tratamiento asegurará una mejor rodadura a pesar de no ser la obra que quisiera llevar a cabo, es decir, el tratamiento integral del camino con una mayor cimentación y su posterior asfaltado y mejora de las cunetas.
A ese respecto, el alcalde informó de que esa obra tiene un coste aproximado de un millón de euros, una cifra totalmente inalcanzable en estos momentos, aseguró, pero sí pidió a los propietarios de las fincas colindantes con el camino que contribuyeran en su mantenimiento mediante la limpieza de las cunetas por las que ha de transcurrir el agua de lluvia, impidiendo que tales avenidas erosionen la calzada. Al igual que en el caso del plan de asfaltado de la ciudad, el importe de esta obra corre íntegramente a cargo de las arcas municipales.
Joaquín Camacho indicó que en próximos presupuestos se continuará con el plan de mejora de caminos rurales, muchos de los cuales son competencia de la Consejería de Medio Ambiente, dada la trascendencia de estos viales para el mundo rural lojeño.