El Grupo Municipal Socialista y Convocatoria por Loja se concentraron frente a las puertas del Ayuntamiento de Loja este jueves pasado para mostrar su desacuerdo con la ley que ordenará una reforma de la Administración Local. En calidad de portavoz de CpL, Antonio Ramón Molina expuso que “no hay ahorro con esta medida” y destacó que mediante esta reforma se restan competencias a los ayuntamientos mientras que se deriva ese poder las diputaciones, cuyas funciones se fortalecen, creando una mayor dependencia de los ayuntamientos con estas. Molina también mostró su temor por la realización de posibles privatizaciones e, incluso, que llegasen a desaparecer ciertos servicios públicos o se entorpeciese su ejecución. Por otra parte, Molina señaló que ha de tenerse en cuenta que el resto de partidos políticos ha mostrado su rechazo a esta medida a excepción del Partido Popular, por lo que, según opinó, “cuando hay unanimidad, es porque esta reforma no está bien planteada”.
En representación del PSOE en el municipio, Juan Cobos, describió esta reforma como “un disparate más, a los que nos tiene acostumbrados el Gobierno” y añadió que “ya es una tónica las concentraciones frente a los ayuntamientos”. Cobos expuso que como consecuencia de esta reforma, la financiación de Servicios Sociales se verá muy mermada si el borrador de esta ley continúa con el mismo enfoque. Según explicaba el portavoz socialista, la subvención a las comunidades autónomas por parte del Gobierno en materia de Servicios Sociales desaparecería, siendo las diferentes juntas autonómicas las responsables de su financiación, aunque se teme que no dispongan de fondos suficientes. Como consecuencia, tal responsabilidad recaería sobre los ayuntamientos, actualmente endeudados y sin liquidez.
