Un total de 36 menores han participado en una nueva edición, la décima ya, de la Escuela de Verano. Una iniciativa que tiene como objetivo promover la inclusión social de estos pequeños y que cada año organiza Cruz Roja Loja, con la financiación de la Junta de Andalucía y el apoyo del Ayuntamiento lojeño. El colegio Elena Martín Vivaldi ha acogido las actividades lúdicas y educativas que se han celebrado las últimas ocho semanas. En la mañana del pasado jueves 24 de agosto se celebró el acto de clausura.
Durante los meses de julio y agosto, los menores han sido atendidos por cuatro monitoras, 21 voluntarios y una coordinadora de la propia oenegé. Aurora Velázquez, vicepresidenta de la asamblea comarcal Cruz Roja, destacaba el objetivo de “eliminar las carencias alimenticias que tienen estos menores y que estén en un entorno lo más saludable posible”. Unas necesidades, añadía, “que se han cubierto satisfactoriamente con excelentes desayunos y nutritivos almuerzos y meriendas”. También ponía de relieve la cantidad de actividades y talleres que han podido disfrutar.
Los pequeños han tenido un verano muy intenso, cargado de aventuras, de juegos, de excursiones, y también algo de estudio. Este año las actividades se han centrado en el reciclaje, en los hábitos de vida saludables y, sobre todo, en estar en contacto con la naturaleza, tal y como explicó Laura Campillo, coordinadora de la escuela.
Así, en julio tuvieron talleres sobre el huerto escolar del centro, primeros auxilios y consumo responsable. También acudieron al Museo del Agua, tuvieron una excursión al parque fluvial donde realizaron una gymkhana, además de visitar la empresa Apolo y el centro ecuestre Camaura.
En agosto, se convirtieron en científicos e hicieron experimentos, disfrutaron con castillos hinchables y fueron a las tirolinas de Víznar y a la playa de Motril. No faltó un taller intergeneracional con los mayores de la residencia de la Misericordia y la visita a la granja escuela de Piñar. Además, este tiempo han realizado también un taller digital con tabletas y gafas de realidad virtual. “No han parado ni un solo día”, resumió Campillo.
La iniciativa ha sido financiada por la Consejería de Inclusión Social de la Junta de Andalucía y ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Loja, que ha cedido el uso del centro escolar Elena Martín Vivaldi así como otras instalaciones municipales. El concejal de Educación, José Antonio Gómez, destacó el carácter lúdico de la iniciativa y aplaudió el trabajo de los monitores y voluntarios.
En la misma línea se expresó el alcalde de la ciudad, Joaquín Camacho, quien destacó la organización y el esfuerzo de Cruz Roja “que durante todo el año hace una extraordinaria labor con los pequeños de la comarca”.
